El ensayo critica las ganancias decrecientes de monedas meme establecidas como DOGE y SHIB, argumentando que carecen del potencial explosivo que atrajo a los inversores a las criptomonedas. Destaca el prometedor proyecto KIKICat (KIKI), que fusiona la cultura meme con la tecnología de IA, sugiriendo que tiene mejores perspectivas de crecimiento.