Cuando el precio del oro supere los 4.000 dólares por onza en 2025, muchos se darán cuenta de que este activo considerado “conservador” está protagonizando un gran aumento impresionante.
Evolución del precio del oro y tasa de rendimiento anual 2001-2025. Al revisar los datos históricos, la trayectoria alcista del oro es claramente visible.
Tendencia acelerada de subida del precio del oro 2019-2025
Si nos centramos en los datos desde 2019, no es difícil observar que el precio del oro pasó de 1.500 dólares en 2019 a 4.000 dólares en 2025, con una tasa de rendimiento anual compuesta superior al 18%, superando ampliamente a la mayoría de las clases de activos tradicionales.
Este gran aumento no es casualidad, sino el resultado inevitable de la acción conjunta de cuatro factores clave.
I. 2019 - Cambio institucional: Basilea III redefine el valor del oro
El punto de inflexión en el destino del oro comenzó con un documento internacional de regulación bancaria llamado “Basilea III”.
Este marco regulatorio, lanzado tras la crisis financiera de 2008, se implementó plenamente en las principales economías mundiales alrededor de 2019. Su objetivo principal era claro: asegurar que los bancos mantuvieran suficiente capital de alta calidad para resistir riesgos. Bajo esta nueva normativa, la posición del oro cambió fundamentalmente.
En el antiguo marco regulatorio, el oro se clasificaba como “activo de nivel 3”: los bancos debían asumir un alto coste de capital para mantener oro. Este metal milenario se había convertido en una carga dentro del sistema financiero moderno.
Sin embargo, Basilea III tomó una decisión revolucionaria: asignar un peso de riesgo cero al oro físico. Esto significa que, en la evaluación de riesgos de los bancos, el oro ahora está al mismo nivel que el efectivo y la deuda soberana de máxima calidad.
Este cambio redujo directamente el coste para los bancos de mantener oro, incentivando su inclusión en las carteras de activos líquidos de alta calidad. El oro volvió al centro del sistema financiero, sentando las bases institucionales para el posterior aumento de precios.
II. 2022 - Guerra Rusia-Ucrania: Ola de desdolarización tras la congelación de 300.000 millones de dólares
Si Basilea III en 2019 allanó el camino para la subida del oro, la guerra entre Rusia y Ucrania en 2022 encendió el motor.
La congelación de unos 300.000 millones de dólares en reservas de forex rusas mostró al mundo otra forma de colapso de la “confianza”: incluso los bonos y depósitos respaldados por la confianza soberana pueden desaparecer de la noche a la mañana ante el riesgo político.
Este evento llevó a los Bancos Centrales de todo el mundo a reevaluar la seguridad de sus activos de reserva. Según datos del Fondo Monetario Internacional, la proporción del dólar en las reservas de forex globales cayó del 72% en 2000 al 58% en 2025, el nivel más bajo en casi treinta años. Al mismo tiempo, más del 20% de los Bancos Centrales declararon en 2024 que seguirán aumentando sus reservas de oro en los próximos dos años.
Esta tendencia es evidente a nivel global. El Banco Central de la India aumentó sus reservas de oro en más de 200 toneladas entre 2023 y 2025, elevando la proporción de oro en sus reservas al 8%; el Banco Central de Polonia incrementó sus reservas en unas 130 toneladas en el mismo periodo, afirmando que “el riesgo geopolítico es un factor clave en la decisión de aumentar reservas”; la Autoridad Monetaria de Singapur también anunció en 2024 un aumento del 15% en sus reservas de oro para fortalecer la resiliencia del sistema financiero.
Estas acciones de los Bancos Centrales marcan una profunda reestructuración de los activos de reserva a nivel mundial. Cuando el riesgo de la confianza soberana se hace evidente, el oro, que no requiere compromiso de contraparte, se convierte en la elección inevitable de los Bancos Centrales en el nuevo entorno geopolítico.
III. Tres años de pandemia - Emisión monetaria excesiva: Dilución continua del poder adquisitivo del dólar
El gran aumento del oro también refleja la dilución del poder adquisitivo de las monedas fiat, especialmente el dólar.
En teoría, como activo físico escaso, el oro puede servir como herramienta de preservación de valor frente a la inflación. Cuando los gobiernos emiten grandes cantidades de moneda y el poder adquisitivo cae, el oro, por su escasez intrínseca, puede valorarse en más unidades monetarias.
Durante los tres años de pandemia, los principales Bancos Centrales del mundo implementaron políticas monetarias expansivas sin precedentes. El balance de La Reserva Federal (FED) se expandió rápidamente de unos 4 billones de dólares a principios de 2020 a casi 9 billones en el pico de 2022, un aumento superior al 125%. Al mismo tiempo, la oferta monetaria M2 de EE. UU. pasó de 15 billones a 21 billones de dólares entre 2020 y 2022, un aumento de más del 40%, el ritmo más rápido desde la Segunda Guerra Mundial.
Históricamente, aunque el oro no siempre ha sido eficaz contra la inflación, en ciertos periodos ha desempeñado un papel destacado. En los años 70, EE. UU. sufrió “estanflación”, con un aumento anual medio del IPC del 7,1%. En ese periodo, el precio del oro pasó de unos 35 dólares/onza en 1970 a un máximo de unos 670 dólares/onza en 1980, un % de subida superior al 1800%.
Entre 2021 y 2023, los cuellos de botella en la cadena de suministro tras la pandemia y los estímulos fiscales masivos impulsaron la inflación global. El IPC de EE. UU. alcanzó en junio de 2022 un 9,1%, el nivel más alto en 40 años. Aunque las rápidas subidas de tipos de La Reserva Federal (FED) presionaron el precio del oro, el entorno de alta inflación siguió siendo un soporte importante para el oro.
Los datos muestran que, desde el año 2000, el poder adquisitivo real del dólar ha caído alrededor de un 40%. Esta dilución de valor a largo plazo obliga a los inversores que buscan preservar su capital a buscar alternativas fuera del crédito del dólar.
IV. Reajuste de reservas en China: Reestructuración estratégica de los Bancos Centrales globales
La estrategia de gestión de reservas de forex de China se está convirtiendo en una variable clave para el mercado del oro.
En comparación con finales de 2019, la estructura de las reservas exteriores de China muestra una clara tendencia de “menos bonos, más oro”: la tenencia de bonos del Tesoro de EE. UU. cayó de 1,0699 billones de dólares a 0,7307 billones (a julio de 2025), una reducción neta de 339.200 millones de dólares, un % de caída del -31,7%; mientras que las reservas oficiales de oro aumentaron de 1.948 toneladas a 2.303,5 toneladas (a septiembre de 2025), un aumento neto de 355 toneladas, un % de subida del +18,2%. Detrás de este ajuste está la profunda consideración estratégica del Banco Central de China.
Las reservas de forex de China son enormes, pero tras este volumen hay un cambio estructural en la asignación de activos: reducción moderada de bonos del Tesoro de EE. UU. y aumento constante de oro.
A septiembre de 2025, la proporción de oro en las reservas internacionales oficiales de China es solo del 7,7%, claramente por debajo del promedio mundial de alrededor del 15%. Esto significa que el Banco Central de China aún tiene amplio margen para seguir aumentando sus reservas de oro.
Esta tendencia no es exclusiva de China. Según el Consejo Mundial del Oro, la ola de compras de oro por parte de los Bancos Centrales globales, que alcanzó un récord histórico en 2022 (1.136 toneladas), sigue en auge. El mercado espera que en 2026 la compra neta anual de oro por parte de los Bancos Centrales supere por quinto año consecutivo las 1.000 toneladas, un máximo histórico. Rusia, desde 2006, ha pasado de ser exportador neto a importador neto de oro, aumentando continuamente sus reservas.
Detrás de esta ola de compras de oro por parte de los Bancos Centrales hay una profunda consideración estratégica: el oro, como medio de pago final ampliamente aceptado a nivel global, puede fortalecer la confianza en la moneda soberana y crear condiciones favorables para la internacionalización monetaria.
V. Perspectivas de futuro: Lógica que respalda una subida de diez veces en el oro en los próximos 10-15 años
Según el análisis fundamental actual, que el oro multiplique su valor por diez en los próximos 10-15 años no es una fantasía. Este juicio se basa en la siguiente lógica principal:
En primer lugar, el proceso de “desdolarización” de los Bancos Centrales globales acaba de comenzar. Actualmente, el dólar aún representa cerca del 60% de las reservas de forex globales, mientras que el oro solo supone alrededor del 15%. Si esta proporción se reequilibra en la próxima década, solo la demanda de oro de los Bancos Centrales podría aportar billones de dólares al mercado del oro.
En segundo lugar, la continua expansión de la oferta monetaria global contrasta con el crecimiento limitado de las reservas de oro. En los últimos veinte años, la oferta monetaria M2 de las principales economías ha crecido casi cinco veces, mientras que las reservas de oro han aumentado menos del 2% anual. Este desequilibrio entre oferta y demanda seguirá soportando la subida del precio del oro a largo plazo.
En tercer lugar, la normalización del riesgo geopolítico hará que la función de refugio del oro siga destacando. En el periodo de transición en el que la confianza en el dólar se ve dañada y las nuevas monedas de reserva aún no están maduras, el valor del oro como activo de reserva neutral será reevaluado.
Conclusión: Aprovechar una oportunidad histórica
El gran aumento del oro no está impulsado por un solo factor, sino por la acción conjunta de cuatro factores clave: “cambio institucional, geopolítica, emisión monetaria excesiva y reestructuración de reservas”.
De cara al futuro, varias instituciones, incluida Goldman Sachs, mantienen una perspectiva optimista sobre el precio del oro; Goldman Sachs incluso ha elevado su previsión para diciembre de 2026 a 4.900 dólares por onza.
“El oro es dinero, todo lo demás es crédito”. En un momento en que el valor de la moneda fiat se pone a prueba, el oro ofrece una protección de riqueza probada durante milenios. La asignación que permite dormir tranquilo es la verdadera fortaleza para atravesar los ciclos.
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Una explicación completa de la lógica subyacente del «Gran aumento» del oro
Autor: Nathan Ma, cofundador de DMZ Finance
Cuando el precio del oro supere los 4.000 dólares por onza en 2025, muchos se darán cuenta de que este activo considerado “conservador” está protagonizando un gran aumento impresionante.
Evolución del precio del oro y tasa de rendimiento anual 2001-2025. Al revisar los datos históricos, la trayectoria alcista del oro es claramente visible.
Tendencia acelerada de subida del precio del oro 2019-2025
Si nos centramos en los datos desde 2019, no es difícil observar que el precio del oro pasó de 1.500 dólares en 2019 a 4.000 dólares en 2025, con una tasa de rendimiento anual compuesta superior al 18%, superando ampliamente a la mayoría de las clases de activos tradicionales.
Este gran aumento no es casualidad, sino el resultado inevitable de la acción conjunta de cuatro factores clave.
I. 2019 - Cambio institucional: Basilea III redefine el valor del oro
El punto de inflexión en el destino del oro comenzó con un documento internacional de regulación bancaria llamado “Basilea III”.
Este marco regulatorio, lanzado tras la crisis financiera de 2008, se implementó plenamente en las principales economías mundiales alrededor de 2019. Su objetivo principal era claro: asegurar que los bancos mantuvieran suficiente capital de alta calidad para resistir riesgos. Bajo esta nueva normativa, la posición del oro cambió fundamentalmente.
En el antiguo marco regulatorio, el oro se clasificaba como “activo de nivel 3”: los bancos debían asumir un alto coste de capital para mantener oro. Este metal milenario se había convertido en una carga dentro del sistema financiero moderno.
Sin embargo, Basilea III tomó una decisión revolucionaria: asignar un peso de riesgo cero al oro físico. Esto significa que, en la evaluación de riesgos de los bancos, el oro ahora está al mismo nivel que el efectivo y la deuda soberana de máxima calidad.
Este cambio redujo directamente el coste para los bancos de mantener oro, incentivando su inclusión en las carteras de activos líquidos de alta calidad. El oro volvió al centro del sistema financiero, sentando las bases institucionales para el posterior aumento de precios.
II. 2022 - Guerra Rusia-Ucrania: Ola de desdolarización tras la congelación de 300.000 millones de dólares
Si Basilea III en 2019 allanó el camino para la subida del oro, la guerra entre Rusia y Ucrania en 2022 encendió el motor.
La congelación de unos 300.000 millones de dólares en reservas de forex rusas mostró al mundo otra forma de colapso de la “confianza”: incluso los bonos y depósitos respaldados por la confianza soberana pueden desaparecer de la noche a la mañana ante el riesgo político.
Este evento llevó a los Bancos Centrales de todo el mundo a reevaluar la seguridad de sus activos de reserva. Según datos del Fondo Monetario Internacional, la proporción del dólar en las reservas de forex globales cayó del 72% en 2000 al 58% en 2025, el nivel más bajo en casi treinta años. Al mismo tiempo, más del 20% de los Bancos Centrales declararon en 2024 que seguirán aumentando sus reservas de oro en los próximos dos años.
Esta tendencia es evidente a nivel global. El Banco Central de la India aumentó sus reservas de oro en más de 200 toneladas entre 2023 y 2025, elevando la proporción de oro en sus reservas al 8%; el Banco Central de Polonia incrementó sus reservas en unas 130 toneladas en el mismo periodo, afirmando que “el riesgo geopolítico es un factor clave en la decisión de aumentar reservas”; la Autoridad Monetaria de Singapur también anunció en 2024 un aumento del 15% en sus reservas de oro para fortalecer la resiliencia del sistema financiero.
Estas acciones de los Bancos Centrales marcan una profunda reestructuración de los activos de reserva a nivel mundial. Cuando el riesgo de la confianza soberana se hace evidente, el oro, que no requiere compromiso de contraparte, se convierte en la elección inevitable de los Bancos Centrales en el nuevo entorno geopolítico.
III. Tres años de pandemia - Emisión monetaria excesiva: Dilución continua del poder adquisitivo del dólar
El gran aumento del oro también refleja la dilución del poder adquisitivo de las monedas fiat, especialmente el dólar.
En teoría, como activo físico escaso, el oro puede servir como herramienta de preservación de valor frente a la inflación. Cuando los gobiernos emiten grandes cantidades de moneda y el poder adquisitivo cae, el oro, por su escasez intrínseca, puede valorarse en más unidades monetarias.
Durante los tres años de pandemia, los principales Bancos Centrales del mundo implementaron políticas monetarias expansivas sin precedentes. El balance de La Reserva Federal (FED) se expandió rápidamente de unos 4 billones de dólares a principios de 2020 a casi 9 billones en el pico de 2022, un aumento superior al 125%. Al mismo tiempo, la oferta monetaria M2 de EE. UU. pasó de 15 billones a 21 billones de dólares entre 2020 y 2022, un aumento de más del 40%, el ritmo más rápido desde la Segunda Guerra Mundial.
Históricamente, aunque el oro no siempre ha sido eficaz contra la inflación, en ciertos periodos ha desempeñado un papel destacado. En los años 70, EE. UU. sufrió “estanflación”, con un aumento anual medio del IPC del 7,1%. En ese periodo, el precio del oro pasó de unos 35 dólares/onza en 1970 a un máximo de unos 670 dólares/onza en 1980, un % de subida superior al 1800%.
Entre 2021 y 2023, los cuellos de botella en la cadena de suministro tras la pandemia y los estímulos fiscales masivos impulsaron la inflación global. El IPC de EE. UU. alcanzó en junio de 2022 un 9,1%, el nivel más alto en 40 años. Aunque las rápidas subidas de tipos de La Reserva Federal (FED) presionaron el precio del oro, el entorno de alta inflación siguió siendo un soporte importante para el oro.
Los datos muestran que, desde el año 2000, el poder adquisitivo real del dólar ha caído alrededor de un 40%. Esta dilución de valor a largo plazo obliga a los inversores que buscan preservar su capital a buscar alternativas fuera del crédito del dólar.
IV. Reajuste de reservas en China: Reestructuración estratégica de los Bancos Centrales globales
La estrategia de gestión de reservas de forex de China se está convirtiendo en una variable clave para el mercado del oro.
En comparación con finales de 2019, la estructura de las reservas exteriores de China muestra una clara tendencia de “menos bonos, más oro”: la tenencia de bonos del Tesoro de EE. UU. cayó de 1,0699 billones de dólares a 0,7307 billones (a julio de 2025), una reducción neta de 339.200 millones de dólares, un % de caída del -31,7%; mientras que las reservas oficiales de oro aumentaron de 1.948 toneladas a 2.303,5 toneladas (a septiembre de 2025), un aumento neto de 355 toneladas, un % de subida del +18,2%. Detrás de este ajuste está la profunda consideración estratégica del Banco Central de China.
Las reservas de forex de China son enormes, pero tras este volumen hay un cambio estructural en la asignación de activos: reducción moderada de bonos del Tesoro de EE. UU. y aumento constante de oro.
A septiembre de 2025, la proporción de oro en las reservas internacionales oficiales de China es solo del 7,7%, claramente por debajo del promedio mundial de alrededor del 15%. Esto significa que el Banco Central de China aún tiene amplio margen para seguir aumentando sus reservas de oro.
Esta tendencia no es exclusiva de China. Según el Consejo Mundial del Oro, la ola de compras de oro por parte de los Bancos Centrales globales, que alcanzó un récord histórico en 2022 (1.136 toneladas), sigue en auge. El mercado espera que en 2026 la compra neta anual de oro por parte de los Bancos Centrales supere por quinto año consecutivo las 1.000 toneladas, un máximo histórico. Rusia, desde 2006, ha pasado de ser exportador neto a importador neto de oro, aumentando continuamente sus reservas.
Detrás de esta ola de compras de oro por parte de los Bancos Centrales hay una profunda consideración estratégica: el oro, como medio de pago final ampliamente aceptado a nivel global, puede fortalecer la confianza en la moneda soberana y crear condiciones favorables para la internacionalización monetaria.
V. Perspectivas de futuro: Lógica que respalda una subida de diez veces en el oro en los próximos 10-15 años
Según el análisis fundamental actual, que el oro multiplique su valor por diez en los próximos 10-15 años no es una fantasía. Este juicio se basa en la siguiente lógica principal:
En primer lugar, el proceso de “desdolarización” de los Bancos Centrales globales acaba de comenzar. Actualmente, el dólar aún representa cerca del 60% de las reservas de forex globales, mientras que el oro solo supone alrededor del 15%. Si esta proporción se reequilibra en la próxima década, solo la demanda de oro de los Bancos Centrales podría aportar billones de dólares al mercado del oro.
En segundo lugar, la continua expansión de la oferta monetaria global contrasta con el crecimiento limitado de las reservas de oro. En los últimos veinte años, la oferta monetaria M2 de las principales economías ha crecido casi cinco veces, mientras que las reservas de oro han aumentado menos del 2% anual. Este desequilibrio entre oferta y demanda seguirá soportando la subida del precio del oro a largo plazo.
En tercer lugar, la normalización del riesgo geopolítico hará que la función de refugio del oro siga destacando. En el periodo de transición en el que la confianza en el dólar se ve dañada y las nuevas monedas de reserva aún no están maduras, el valor del oro como activo de reserva neutral será reevaluado.
Conclusión: Aprovechar una oportunidad histórica
El gran aumento del oro no está impulsado por un solo factor, sino por la acción conjunta de cuatro factores clave: “cambio institucional, geopolítica, emisión monetaria excesiva y reestructuración de reservas”.
De cara al futuro, varias instituciones, incluida Goldman Sachs, mantienen una perspectiva optimista sobre el precio del oro; Goldman Sachs incluso ha elevado su previsión para diciembre de 2026 a 4.900 dólares por onza.
“El oro es dinero, todo lo demás es crédito”. En un momento en que el valor de la moneda fiat se pone a prueba, el oro ofrece una protección de riqueza probada durante milenios. La asignación que permite dormir tranquilo es la verdadera fortaleza para atravesar los ciclos.