A medida que nos acercamos al final de 2025, el multimillonario más rico del mundo ha lanzado una nueva predicción económica: la economía de Estados Unidos podría experimentar un crecimiento de dos dígitos en los próximos 12 a 18 meses, y si se incluye el factor IA, incluso podría alcanzar un crecimiento de tres dígitos en cinco años. Tras estas declaraciones, desde el mundo financiero tradicional hasta la comunidad de activos digitales, una gran cantidad de voces influyentes comenzaron a compartir la noticia. Después de todo, para los poseedores e instituciones de activos de riesgo como Bitcoin, los datos macroeconómicos son un indicador clave, y cualquier declaración importante puede activar los nervios sensibles del mercado.

Pero la historia no es tan simple. Veamos lo que dicen las instituciones principales: el FMI pronostica un crecimiento del PIB de aproximadamente 1.9% en 2025 y del 2.0% para el próximo año; la Reserva Federal, por su parte, mantiene una postura más conservadora, manteniéndose en un rango moderado del 1.7%-2.0% a largo plazo, aunque la inflación ha mostrado cierta caída, todavía se mantiene por encima del objetivo del 2%. Junto con la evaluación de Musk, esto parece provenir de dos mundos paralelos.

Veamos también el golpe de realidad: a principios de año, las instituciones y los influencers en general tenían una visión optimista de Bitcoin, con expectativas de precio entre 150,000 y 250,000 dólares, pero en el cuarto trimestre, el mercado sufrió una caída fuerte, devolviendo el precio cerca de los 90,000 dólares. La diferencia entre expectativas y realidad está claramente a la vista.

¿Y qué nos dice esto? El mercado está en proceso de cambio. De estar impulsado únicamente por historias y emociones, lentamente se está orientando hacia un enfoque basado en fundamentos y datos. La especulación se está disipando gradualmente, y la inversión está emergiendo poco a poco. Para los participantes comunes, lo más importante es mantener una observación racional y seguir aprendiendo continuamente — sin seguir ciegamente las predicciones de los grandes, ni perder la confianza por una caída momentánea. Las oportunidades del futuro pertenecerán a quienes puedan mantener la claridad en medio de la volatilidad.