Con la publicación de las actas de la reunión del FOMC de diciembre de la Reserva Federal de EE. UU., ha surgido un optimismo cauteloso respecto a la política monetaria en un lado del Atlántico, mientras que en este lado, la postura actual del (Banco Central Europeo) presenta un panorama equilibrado de las perspectivas económicas. En su reunión del 18 de diciembre, el BCE mantuvo sin cambios sus principales tipos de interés, manteniendo la tasa de depósito en 2,00%; confirmó la estabilización de la inflación hacia su objetivo a medio plazo del 2%, mientras revisaba al alza sus proyecciones de crecimiento y destacaba la resiliencia de la Eurozona. Manteniendo su enfoque basado en datos, el BCE está preservando un equilibrio cauteloso ante las incertidumbres globales. Estas diferencias en la política monetaria entre ambas orillas ofrecen pistas importantes para los mercados mundiales a medida que nos acercamos a 2026.