El auge de los memes de emojis probablemente se enfríe durante un tiempo.

No es que el meme en sí haya muerto, sino que las plataformas que lo soportan han comenzado a competir entre sí. Aplicaciones como Pumpfun, Letsbonk, Jupiter quieren llevarse su parte, pero en realidad diluyen la popularidad de todo el sector en pedazos.

En pocas palabras, cuando todos juegan con el mismo meme en el mismo lugar, la sensación de novedad se agota. La capacidad del mercado es limitada, y también el dinero caliente. Una vez que la cantidad de participantes alcanza un punto crítico, la narrativa original empieza a desmoronarse.

Pumpfun, como principal impulsor de esta tendencia, ha acelerado la decadencia de este ciclo. Esta es una situación común en el ecosistema Web3: aparece un éxito viral, seguido por una oleada de imitadores, y finalmente el ecosistema se satura y la popularidad se enfría. La próxima narrativa ya puede estar gestándose.