Una partida de ajedrez ha sido jugada, y las empresas japonesas finalmente han visto la realidad.

El presidente de NEC, Takashi Morita, expresó recientemente la conclusión de toda la historia con una sola frase: "En principio, en adelante no realizaremos más inversiones en desarrollo en este campo." Esta empresa, que alguna vez estuvo llena de ambiciones y planeaba ingresar en el mercado de estaciones base 5G, ha decidido retirarse de esta batalla.

**El mercado ya está decidido**

Según el último informe de Nikkei Asia, NEC dejará de desarrollar estaciones base inalámbricas para los estándares de comunicación 4G y 5G, y centrará su enfoque en el campo del software. Pero no malinterpreten, no se están rindiendo por completo: los servicios de mantenimiento y soporte seguirán en marcha, después de todo, hay que obtener ingresos.

¿Pero por qué han llegado a este punto? Los datos hablan por sí mismos. Según la investigación de mercado de Omdia, Huawei, Ericsson y Nokia en conjunto controlan casi el 80% del mercado global de estaciones base. ¿Y NEC y Fujitsu? Juntos, menos del 2%. Imagínense la diferencia.

**La apuesta que fue**

Volvamos a junio de 2020. NEC y NTT (Nippon Telegraph and Telephone Corporation) anunciaron una colaboración de capital, con NTT invirtiendo aproximadamente 64.400 millones de yenes para desarrollar conjuntamente un sistema de comunicación móvil 5G. ¿Cuál era su ambición en ese momento? "Para 2030, aspiramos a alcanzar una cuota de mercado global del 20%." Suena bastante inspirador.

El contexto era claro: esto formaba parte del esfuerzo de las empresas japonesas por crear una alianza contra Huawei. Estados Unidos buscaba atraer aliados para bloquear a Huawei, y Japón naturalmente quería participar.

Pero los planes no siempre salen como uno espera.

**El golpe de la realidad**

NEC consideraba el negocio de estaciones base 5G como un pilar de crecimiento en su plan quinquenal iniciado en marzo de 2022. ¿Y qué pasó? La inversión de los operadores de telecomunicaciones en 5G fue mucho menor de lo esperado. Lo que fue aún más duro: el negocio de estaciones base 5G se volvió cada vez más deficitario.

Fujitsu lo vio claramente y en julio de este año vendió directamente sus negocios relacionados con las telecomunicaciones, incluyendo las estaciones base. Kiyoshi Koyama, que planeaba entrar en el mercado en 2027, abandonó por completo el desarrollo de estaciones base 5G. Incluso NTT Docomo, la mayor operadora móvil de Japón, que el año pasado priorizaba compras a NEC y Fujitsu, cambió de estrategia en 2024 y aumentó sus compras a empresas extranjeras como Ericsson.

**¿Hay alguna estrategia de último minuto?**

NEC no ha renunciado por completo. Han declarado que seguirán desarrollando equipos para defensa y otros usos, además de impulsar la investigación y desarrollo relacionada con el 6G. Es una vía de escape: en caso de que la recuperación del 5G sea imposible, al menos tendrán una presencia en la próxima generación de estándares de comunicación.

Y hay un movimiento importante en el trasfondo. La Alianza Global de Telecomunicaciones, formada por Japón, Australia, Canadá, Reino Unido y Estados Unidos, se reunió recientemente en Japón para discutir los estándares de IA y comunicación 6G, con un objetivo claramente declarado: "Contrarrestar la influencia de China en el campo de las telecomunicaciones globales." La alianza occidental busca promover la red de acceso inalámbrico abierto (Open RAN) para construir "redes de telecomunicaciones seguras."

Pero, en realidad, esta competencia ya estaba perdida desde el principio. Cuando Huawei adoptó un modelo de proveedor único y operó de manera eficiente, las empresas japonesas todavía estaban luchando por su cuota de mercado. El escenario actual no es más que el resultado predestinado.