Yo, desde mis primeros años como un perdedor que frecuentemente compraba en alza y vendía en baja, he ido desarrollando poco a poco un sistema de trading que he comprobado una y otra vez. Para ser honesto, este método no tiene teorías complicadas detrás, simplemente los resultados vienen de una ejecución estricta.

Primero hay que aprender a elegir las monedas. Antes compraba un montón de lo que llamaban "acciones con potencial", pero al final no se movían y solo podía salir con pérdidas. Ahora solo me fijo en los activos que tienen volatilidad y popularidad en las listas de ganadores — esos son los verdaderos motores del mercado en el próximo movimiento.

Con un objetivo claro, la línea mensual decide la dirección. La línea diaria es demasiado engañosa, cada día está en fluctuaciones y confusión. Ahora miro el cruce dorado del MACD en la línea mensual, ese es un señal confiable para detectar el inicio de una tendencia grande. Olvídate de las fantasías de comprar en el suelo, la forma más segura es seguir la tendencia.

El momento de entrar es muy importante — esperar a que el precio retroceda a la media de 60 días y que el volumen de operaciones aumente claramente, solo entonces actúo. En ese momento suele haber un soporte fuerte y también indica que los grandes fondos están entrando de nuevo.

Una vez dentro, hay que poner un stop-loss. Si el precio rompe el soporte clave que he establecido, salgo inmediatamente, sin ninguna esperanza de que se recupere. La operación es una operación, no un romance, hay que cortarla cuando corresponda.

Después de obtener beneficios, hay que realizar ventas parciales. Cuando sube un 30%, vendo la mitad, y cuando llega al 50%, liquido el resto. Nunca busco vender en el pico máximo, solo quiero asegurarme de llevar las ganancias a mi bolsillo de forma estable.

La última regla es la línea base: si la línea de 60 días cae, hay que cortar sin condiciones, sin excepciones. Esta regla parece simple, pero no sabes cuántas veces me ha salvado y me ha evitado tragedias en profundas caídas.

Al final, el método en sí no tiene nada de mágico, lo difícil es cumplirlo estrictamente cada vez. En este mercado, los que sobreviven no son los que más arriesgan, sino los traders más disciplinados.