El rendimiento reciente del mercado de metales preciosos es muy interesante. La subida de la plata en la apertura fue realmente fuerte, pero después de agotar su impulso comenzó a retroceder rápidamente—esto es típico de un mercado sobrecalentado. Cuando el sentimiento se vuelve loco, suele ser una señal de que todo puede acabar en pérdidas.

El oro, que también cayó en línea, en realidad está bastante perjudicado. Como activo de refugio tradicional, su caída a corto plazo por la plata no es más que un daño colateral del estado de ánimo del mercado. La verdad fundamental es que: la lógica subyacente del oro nunca ha cambiado. Su función como moneda y su posición en la asignación global de activos no son algo que la plata pueda sacudir.

La clave aquí es la paciencia. Cuando el sentimiento del mercado se enfríe gradualmente y la locura de la plata llegue a su fin, aquellos activos que fueron maltratados por el estado de ánimo naturalmente se recuperarán primero. En ese momento, comenzará la fase de recuperación del oro.

De hecho, las oportunidades siempre existen en la irracionalidad del mercado. Las personas que ganan dinero no suelen ser las que siguen la corriente, sino aquellas que saben esperar con paciencia y controlar el ritmo.