La semana pasada, los metales preciosos estuvieron bajo presión, al mismo tiempo que Bitcoin registró una subida, y parece que el ritmo del mercado de esta semana se está repitiendo.

Lo interesante es que la magnitud de la volatilidad de la semana pasada alcanzó un mínimo anual, y este tipo de oscilación extremadamente contenida seguramente no durará mucho. Cuando la liquidez se agota hasta este punto, una vez que el flujo de fondos se restablece, generalmente provoca una ola de volatilidad inesperada — es la estrategia habitual del mercado.

Durante las vacaciones de Navidad, muchas personas se retiraron temporalmente, y todos esperaban una verdadera ruptura, pero el mercado se mantuvo tranquilo. Sin embargo, la situación está cambiando esta semana; mira ZEC, que este mes subió de 440 a 540 en línea recta, lo que indica que todavía hay fondos participando activamente en el mercado. Mientras haya dinero dispuesto a moverse, la volatilidad llegará tarde o temprano.

La fase de baja volatilidad ya es una preparación, y los próximos días serán importantes para observar.