De repente me di cuenta de un problema. Antes no entendía por qué los adultos, cuando enfrentaban ciertos problemas, solían buscar a un adivino. Hasta ahora, solo ahora, entiendo que no es un adivino, sino nuestro psicólogo de corazón, los pobres. Ahora, ir a un psicólogo afuera cuesta varios cientos por hora. Si vas a un adivino, no gastarás mucho dinero. Él puede cambiar tu destino de inmediato. El psicólogo solo te culpará por esto y aquello. En resumen, en definitiva, es que estás enfermo.
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De repente me di cuenta de un problema. Antes no entendía por qué los adultos, cuando enfrentaban ciertos problemas, solían buscar a un adivino. Hasta ahora, solo ahora, entiendo que no es un adivino, sino nuestro psicólogo de corazón, los pobres. Ahora, ir a un psicólogo afuera cuesta varios cientos por hora. Si vas a un adivino, no gastarás mucho dinero. Él puede cambiar tu destino de inmediato. El psicólogo solo te culpará por esto y aquello. En resumen, en definitiva, es que estás enfermo.