El punto de partida es solo 2000 dólares.

No es el capital inicial, sino la última bala que queda después de una gran pérdida. Si vuelves a arriesgarte de manera imprudente, ese dinero también se irá. Por eso, en ese momento solo hay una opción: sobrevivir.

¿Pero cómo sobrevivir? Con gestión de posición.

Divide 2000 en 5 partes, cada una de 400. Solo abre una posición a la vez, manteniendo siempre 4 partes de reserva en la cuenta. No añadas más, no llenes la posición, no apuestes a lo grande. Esta lógica es sencilla, pero permite que la cuenta sobreviva el mayor tiempo posible en medio de la volatilidad.

El stop loss y el take profit no se establecen por intuición. Un stop loss del 3% significa que la pérdida máxima en una operación es de 12 dólares, y un take profit del 6%-10% puede asegurar ganancias superiores a 24 dólares. Parece insignificante, pero cuando se realizan en promedio 70 operaciones al mes con una tasa de éxito del 60%, los datos hablan por sí mismos:

28 operaciones perdedoras: -336 dólares
42 operaciones ganadoras: +1470 dólares
Beneficio neto: 1100 dólares+

Así se manifiesta el poder del interés compuesto.

Tres reglas de oro que nunca se relajan: establecer siempre un stop loss (no aguantar las operaciones en pérdida), salir cuando se alcanza el objetivo (no ser avaricioso), y solo operar con modelos que se conozcan bien (enfocarse en rupturas de estructura). No estar pegado a la pantalla, no perseguir tendencias, no luchar contra el mercado.

La verdadera razón por la que la mayoría pierde dinero es muy simple: cuando la posición se descontrola, el liquidar la cuenta se vuelve inevitable. Resistir en contra de la tendencia, no poder mantener la dirección correcta, querer recuperarse operando pero en realidad enviando dinero al mercado. No es por falta de técnica, sino por la pérdida de disciplina.

No apuesto a que el mercado suba o baje. Solo apuesto a si puedo seguir la disciplina establecida por completo. En 43 días, hacer crecer 2000 dólares a 60,000 no es una dádiva de la suerte, sino el resultado de cambiar de una mentalidad de jugador a una mentalidad de trader.

1000 dólares también pueden despegar, 10,000 dólares también pueden reducirse a cero de la noche a la mañana. La diferencia no está en el tamaño de la cuenta, sino en si puedes sobrevivir hasta que llegue la próxima oportunidad. El mercado nunca carece de oportunidades, lo que falta son las personas que puedan durar lo suficiente para aprovecharla.