Cuando tu lugar de vida no pueda cambiarse a corto plazo, debes crear un sistema de vida saludable con la menor resistencia posible. Es decir, cuando no puedas cambiar el entorno general, solo puedes enfocar tu atención en cambiar estos elementos de tu vida diaria. Las tres cosas más simples son dormir, comer y hacer ejercicio. Estas tres cosas son los elementos que debes analizar cuidadosamente en tu vida diaria, ya que se repiten constantemente. Es decir, que pases todo un día, que pases otro día, todos los días debes comer, dormir y hacer ejercicio. Cuando puedas ajustar bien estas tres cosas cada día, estos puntos se convertirán en los anclajes y palancas más importantes para tu estado físico y mental. Además, estos tres elementos interactúan y se influyen mutuamente.
Cuando alcanzan una relación armónica, solo con estos tres puntos, ya es suficiente para sostener un sistema de vida muy saludable, incluso más efectivo que tomar medicamentos. Primero, no pienses en lograr que tu cuerpo mejore de la noche a la mañana con un solo cambio específico. Si alguien te dice que comer algo puede hacer desaparecer un síntoma en tu cuerpo, no le creas, seguramente es un estafador.
En segundo lugar, no disperses tu energía en factores externos que no puedes controlar. O cambias a un entorno mayor, migrando de un sistema grande a otro, o el problema puede reducirse a la mitad. Y en lo que queda, en lugar de intentar controlar relaciones humanas o asuntos muy complejos que no puedes manejar, es mejor que pongas tu atención en los elementos de tu sistema diario: comer, dormir, hacer ejercicio, practicar técnicas, meditar, esas acciones concretas. Si haces estas cosas, vivirás mejor cada día, tu estado mejorará gradualmente y tu salud física y mental mejorará naturalmente.
Para construir un sistema de vida así, algunas personas, en muchas ocasiones, no pueden hacerlo solo con su fuerza. Si tu familia pequeña es algo que puedes influir, por ejemplo, si tienes una pareja, puedes motivarla. Ustedes dos pueden supervisarse mutuamente: ambos deben acostarse temprano, o en la primera hora de la mañana no usar el teléfono, o si con un buen amigo, pueden acordar que deben comer saludablemente todos los días, o que tú y tu compañero de cuarto cocinen juntos en casa. Esto también es un pequeño sistema.
Una vez que hayas establecido ese pequeño sistema, ya no necesitas esforzarte solo con tu fuerza, empujando y jalando todos los días, gastando mucha energía para vivir bien. Si no cumples con esas condiciones, por ejemplo, si no puedes migrar y tampoco puedes crear un sistema de apoyo mutuo con influencia, entonces creo que deberías considerar unirte a un grupo que comparta tus intereses y principios para ayudarte.
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Cuando tu lugar de vida no pueda cambiarse a corto plazo, debes crear un sistema de vida saludable con la menor resistencia posible. Es decir, cuando no puedas cambiar el entorno general, solo puedes enfocar tu atención en cambiar estos elementos de tu vida diaria. Las tres cosas más simples son dormir, comer y hacer ejercicio. Estas tres cosas son los elementos que debes analizar cuidadosamente en tu vida diaria, ya que se repiten constantemente. Es decir, que pases todo un día, que pases otro día, todos los días debes comer, dormir y hacer ejercicio. Cuando puedas ajustar bien estas tres cosas cada día, estos puntos se convertirán en los anclajes y palancas más importantes para tu estado físico y mental. Además, estos tres elementos interactúan y se influyen mutuamente.
Cuando alcanzan una relación armónica, solo con estos tres puntos, ya es suficiente para sostener un sistema de vida muy saludable, incluso más efectivo que tomar medicamentos. Primero, no pienses en lograr que tu cuerpo mejore de la noche a la mañana con un solo cambio específico. Si alguien te dice que comer algo puede hacer desaparecer un síntoma en tu cuerpo, no le creas, seguramente es un estafador.
En segundo lugar, no disperses tu energía en factores externos que no puedes controlar. O cambias a un entorno mayor, migrando de un sistema grande a otro, o el problema puede reducirse a la mitad. Y en lo que queda, en lugar de intentar controlar relaciones humanas o asuntos muy complejos que no puedes manejar, es mejor que pongas tu atención en los elementos de tu sistema diario: comer, dormir, hacer ejercicio, practicar técnicas, meditar, esas acciones concretas. Si haces estas cosas, vivirás mejor cada día, tu estado mejorará gradualmente y tu salud física y mental mejorará naturalmente.
Para construir un sistema de vida así, algunas personas, en muchas ocasiones, no pueden hacerlo solo con su fuerza. Si tu familia pequeña es algo que puedes influir, por ejemplo, si tienes una pareja, puedes motivarla. Ustedes dos pueden supervisarse mutuamente: ambos deben acostarse temprano, o en la primera hora de la mañana no usar el teléfono, o si con un buen amigo, pueden acordar que deben comer saludablemente todos los días, o que tú y tu compañero de cuarto cocinen juntos en casa. Esto también es un pequeño sistema.
Una vez que hayas establecido ese pequeño sistema, ya no necesitas esforzarte solo con tu fuerza, empujando y jalando todos los días, gastando mucha energía para vivir bien. Si no cumples con esas condiciones, por ejemplo, si no puedes migrar y tampoco puedes crear un sistema de apoyo mutuo con influencia, entonces creo que deberías considerar unirte a un grupo que comparta tus intereses y principios para ayudarte.