Dicho claramente: la bajada de tipos de la Reserva Federal esta vez, a simple vista, parece positiva, pero en realidad ha cavado tres grandes fosas para el BTC. No te emociones solo por las palabras "bajada de tipos", vamos a analizarlas una por una.

Primero: las expectativas ya estaban completamente descontadas. Una bajada de 25 puntos básicos, dejando la tasa en un rango del 3.5%-3.75%, ¿te parece una sorpresa? ¡Estás equivocado! Hace dos semanas esa cifra ya circulaba por el mercado. Las instituciones ya habían preparado todo según ese escenario de antemano, ahora que la decisión se ha oficializado, los que tenían que correr, corrieron. Esto es típico de la "reacción de venta tras la noticia" — es como si supieras que te van a subir el sueldo, y cuando llega el día, en realidad no sientes nada especial. El ánimo del mercado ya se agotó de anticipación, y lo que queda es solo decepción.

El segundo foso es aún más peligroso — las expectativas de flexibilización para el próximo año han sido reducidas en un 70%. Mira lo que dice el gráfico de puntos: solo se bajará la tasa una vez en 2026. Antes, todos esperaban que la Fed abriera las compuertas y bajara continuamente, ahora, solo una oportunidad al año, y además, dependiendo del ánimo. ¿Qué sube con eso? ¡La liquidez! Si no hay suficiente flexibilidad, el costo no puede bajar, y el motor del mercado alcista simplemente no arranca. Los alcistas, al ver esas expectativas, ¿cómo no se retirarían? Esto no es flexibilización, es como cerrar la llave del agua.

El tercer foso es el más duro — incluso dentro de la propia Fed, ya empiezan a combatirse. En esta votación, hubo tres votos en contra, y algunos dijeron directamente "no debería bajar". Antes, las bajadas de tipos siempre contaban con una aprobación unánime, ¿y ahora se dividen así? Esto indica que la presión inflacionaria quizás todavía está gestándose en secreto, especialmente considerando el impacto de algunas nuevas políticas, y nadie puede garantizar que la flexibilización monetaria continuará. Lo que más temen los mercados es esta incertidumbre; cuando hay división interna, la primera reacción de los fondos es huir.