Cuanto más imagino una economía impulsada por inteligencia artificial, más siento que el concepto tradicional de confianza resulta inapropiado. La confianza humana suele basarse en rostros, tono de voz y años de experiencia compartida — esto puede funcionar en pequeños equipos en la misma zona horaria, pero en un mundo donde cada segundo se abren miles de cuentas de agentes inteligentes, se procesan órdenes y se firman microacuerdos, resulta difícil de mantener. Los agentes inteligentes no sienten vergüenza, no temen a las demandas y no se preocupan por decisiones erróneas que les impidan dormir. Ello
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
Cuanto más imagino una economía impulsada por inteligencia artificial, más siento que el concepto tradicional de confianza resulta inapropiado. La confianza humana suele basarse en rostros, tono de voz y años de experiencia compartida — esto puede funcionar en pequeños equipos en la misma zona horaria, pero en un mundo donde cada segundo se abren miles de cuentas de agentes inteligentes, se procesan órdenes y se firman microacuerdos, resulta difícil de mantener. Los agentes inteligentes no sienten vergüenza, no temen a las demandas y no se preocupan por decisiones erróneas que les impidan dormir. Ello