El oro está en modo pausa ahora mismo. Después de que la Fed soltara su decisión sobre tasas, los traders están masticando la información y viendo qué hacer.

La realidad es que el metal dorado no se movió mucho tras el anuncio del FOMC. ¿Por qué? Porque el mercado ya había anticipado bastante de lo que Powell iba a decir. Las tasas se mantienen, la inflación sigue siendo tema de conversación, y todos están mirando los próximos datos económicos.

Lo interesante aquí es que el oro no colapsó ni explotó al alza. Se quedó en un rango, consolidando. Los grandes jugadores están esperando señales más claras antes de hacer movimientos agresivos. ¿Habrá recortes de tasas pronto? ¿La inflación seguirá presionando? Esas son las preguntas que están en la mesa.

Para quienes seguimos tanto metales como cripto, esto es relevante. Cuando el oro se mueve por política monetaria, Bitcoin y otros activos digitales también reaccionan. El oro es el termómetro clásico del miedo y la incertidumbre. Si empieza a subir con fuerza, probablemente veamos flujos hacia activos alternativos también.

Por ahora, todos en espera. El próximo dato de inflación o empleo podría romper esta calma.