Me despertó el móvil en plena madrugada, ¡el BTC se desplomó directamente por debajo de 86.000! Las alertas de mercado casi hacen que el teléfono deje de funcionar, y en los grupos todo el mundo lanzando la eterna pregunta: "¿comprar en el fondo o salir corriendo?". No dudé, tomé una decisión al instante: salirme de todos esos grupos de 'comprar en el fondo', ¿posiciones con alto apalancamiento? Las liquidé todas.

No es miedo, es que tengo fijado un número letal: la probabilidad de que el Banco de Japón suba tipos en diciembre ha subido al 76%. Llevo siete u ocho años en esto, he visto tres crisis de liquidez y esta señal es demasiado peligrosa. No es un ajuste normal, detrás hay una “gran retirada” de fondos de 14 billones de dólares, una bomba financiera entrando en su cuenta atrás.

**Desglosemos la lógica del colapso de este “juego de arbitraje”:**

Japón ha mantenido los tipos en mínimos durante años; las instituciones globales se han hartado de pedir yenes baratos, convertirlos en dólares y meterlos en acciones estadounidenses, criptoactivos y otros activos de alto rendimiento. Esto es el famoso “carry trade del yen”, ¡con un volumen total de 14 billones de dólares! Ese dinero es como combustible invisible, impulsando las valoraciones del BTC y de Wall Street a las nubes.

Pero ahora la historia puede cambiar: si Japón sube tipos → el coste de pedir yenes se dispara → las instituciones se ven obligadas a vender activos para recomprar yenes y devolver el dinero → ¡la liquidez global se seca en un instante! La última vez que Japón cambió de política, el BTC cayó más del 20% en un solo mes. Y esta vez el mercado apuesta con un 76% de probabilidad a que actúen en diciembre, y las expectativas para enero ya están por las nubes...

Que se drene la liquidez no es ninguna broma; si esta ola llega de verdad, podría ser aún más violenta de lo que imaginas.