Hoy, al abrir el panel de datos, sentí un vuelco en el corazón: en las últimas 24 horas, el importe de liquidaciones en el mercado cripto alcanzó los 970 millones de dólares, con más de 260.000 traders liquidados y expulsados. ¿Cuántos habrán tropezado en esta ronda de volatilidad de ETH?

Repasando la evolución de ayer, alrededor de las 9 de la mañana, ETH se desplomó repentinamente desde los 3.030 dólares, cayendo casi 200 puntos en un solo día. Muchos todavía estaban inmersos en la ilusión de un “rebote”, pero una gran vela bajista les pilló desprevenidos. Por la noche, el precio oscilaba en torno a los 2.820, y otro grupo pensó que “esta vez sí que es el suelo” y se lanzó a comprar con fuerza.

Pero el análisis técnico ya había dado señales: en cuanto ETH perdiera la línea de los 2.880, el supuesto rebote debía darse por terminado. Quienes supieron poner stop loss a tiempo, al menos evitaron la segunda bajada brusca de las 11 de la noche: otros 100 puntos de caída.

Ahora mismo, los atrapados en el mercado son principalmente dos grupos. Unos se quedaron enganchados cerca de los 3.030 (“en mitad de la montaña”), y otros atrapados alrededor de los 2.820. Si eres de los segundos y hay oportunidad de rebote, te recomiendo salir directamente, no apuestes por una “segunda primavera”. El verdadero problema son los que compraron en 3.030.

La tendencia ya es bajista, es un hecho indiscutible. Tu posición es tu línea de vida. Diferentes precios de entrada y diferentes niveles de apalancamiento requieren soluciones completamente distintas. ¿Aguantar sin vender? Puedes enfrentarte a pérdidas mayores. ¿Vender con pérdidas? Cuesta aceptarlo.

Sinceramente, no se puede dar una solución universal para salir de esta situación en público. La verdadera lógica para salir de las pérdidas no es esperar un rebote por suerte, sino diseñar una estrategia disciplinada de defensa o ataque basada en tu precio de coste, volumen de posición y la estructura actual del mercado.

Si ahora mismo estás atrapado y no sabes qué hacer a continuación, lo que necesitas no es solo una “dirección” general, sino un plan concreto adaptado a tu posición personal. El mercado no espera a nadie, la ventana de tiempo desaparece en un instante.