¡Noticia bomba! Powell acaba de darle una nueva definición a Bitcoin: es rival del oro, no una amenaza para el dólar.

Hay que reconocer que lo ha dicho con mucha sutileza. Que el propio presidente de la Reserva Federal lo afirme equivale a ponerle oficialmente la etiqueta de “oro digital” a BTC, y al mismo tiempo lo saca del ring de los “revolucionarios monetarios”. Un movimiento doblemente efectivo: no se enemista con los veteranos del sistema financiero tradicional y, a la vez, encasilla este fenómeno que creció de forma salvaje dentro de un marco conceptual que ellos pueden asimilar.

En pocas palabras, esta jugada se llama “domesticar”. Rebajar a Bitcoin de desafiante monetario a mercancía primaria parece un reconocimiento, pero en realidad es una limitación: puedes competir con el oro como reserva de valor, pero ni se te ocurra tocar el terreno del dólar. Así de pragmática es la lógica regulatoria: admiten tu existencia, pero sólo si juegas dentro de los límites que marcan.

Ahora bien, que el presidente de la Reserva Federal haga una declaración pública al respecto ya dice mucho: Bitcoin es demasiado grande como para ser ignorado. ¿Es esto positivo o negativo? El mercado lo decidirá.