He gastado 79 euros en conseguir una tarjeta SIM extranjera que puedo usar durante 8 años, por fin he solucionado el gran problema de la verificación en el registro de plataformas internacionales.

Estas tarjetas de operadores europeos realmente funcionan bien: recibir códigos de verificación es completamente gratis y solo necesitas pagar 6 euros al año para mantener el número activo. Para quienes suelen registrarse en exchanges, monederos o todo tipo de aplicaciones Web3, la relación calidad-precio es inmejorable.

Hay dos opciones en el mercado: una tarjeta precargada cuesta unos 79 euros y dura 8 años; si prefieres controlar tú mismo las recargas, también puedes comprar una tarjeta vacía sin activar por 20 euros. Lo importante es la estabilidad, sin miedo a dejar de recibir mensajes de verificación de repente.