No es que no viera las señales, es que no quise aceptarlas. Vi claramente cómo las velas rojas caían una tras otra, y en mi cabeza repetía “va a rebotar, va a rebotar”, pero el rebote nunca llegó, y lo que llegó fue el valor cero. Después entendí algo: reconocer un error, cuanto antes lo hagas, más barato te sale. Si hoy no te atreves a pulsar el botón de stop loss, mañana el mercado te liquida la posición y encima te cobra una “tasa de humillación”.
Ahora opero con más cautela, pero sobrevivo más tiempo.
Antes siempre quería atrapar cada movimiento, tenía un fomo tremendo, y cuando veía a otros publicar sus operaciones exitosas, me picaban las manos por entrar. Ahora, cuando en el grupo empiezan a gritar “moneda x100”, simplemente me salgo y me tomo un vaso de agua. No es que no me tiente, es que ya he aprendido la lección: cuanto más ganas tienes de ganar, más apretada tienes la mano, y cuanto más apretada, más fácil es que hagas tonterías. Si eres más flexible y dejas que las cosas fluyan un poco, puedes esquivar bastantes trampas.
Además, ahora prácticamente no hablo de mis posiciones en los grupos. Si aciertas, nadie se acuerda, si fallas, te hacen una captura de pantalla y te la recuerdan durante un año. Si no estoy seguro, me lo guardo para mí; es una lección aprendida a base de pérdidas.
Hace poco leí una frase que me llegó: la mayoría de la gente que invierte en criptomonedas no quiere ganar dinero, quiere demostrar que es lista. Pero al mercado no le importa si eres listo o no, solo le importa cuántas balas te quedan.
Si tienes capital, sigues en la mesa.
Probablemente esta ha sido la lección más cara que he aprendido en estos años.
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IceDrop
· 12-09 09:08
El contrato se ha desplomado a la mitad en un día 😑😔
El mes pasado perdí casi un 40%.
No es que no viera las señales, es que no quise aceptarlas. Vi claramente cómo las velas rojas caían una tras otra, y en mi cabeza repetía “va a rebotar, va a rebotar”, pero el rebote nunca llegó, y lo que llegó fue el valor cero. Después entendí algo: reconocer un error, cuanto antes lo hagas, más barato te sale. Si hoy no te atreves a pulsar el botón de stop loss, mañana el mercado te liquida la posición y encima te cobra una “tasa de humillación”.
Ahora opero con más cautela, pero sobrevivo más tiempo.
Antes siempre quería atrapar cada movimiento, tenía un fomo tremendo, y cuando veía a otros publicar sus operaciones exitosas, me picaban las manos por entrar. Ahora, cuando en el grupo empiezan a gritar “moneda x100”, simplemente me salgo y me tomo un vaso de agua. No es que no me tiente, es que ya he aprendido la lección: cuanto más ganas tienes de ganar, más apretada tienes la mano, y cuanto más apretada, más fácil es que hagas tonterías. Si eres más flexible y dejas que las cosas fluyan un poco, puedes esquivar bastantes trampas.
Además, ahora prácticamente no hablo de mis posiciones en los grupos. Si aciertas, nadie se acuerda, si fallas, te hacen una captura de pantalla y te la recuerdan durante un año. Si no estoy seguro, me lo guardo para mí; es una lección aprendida a base de pérdidas.
Hace poco leí una frase que me llegó: la mayoría de la gente que invierte en criptomonedas no quiere ganar dinero, quiere demostrar que es lista. Pero al mercado no le importa si eres listo o no, solo le importa cuántas balas te quedan.
Si tienes capital, sigues en la mesa.
Probablemente esta ha sido la lección más cara que he aprendido en estos años.