En el mercado siempre hay dos voces enfrentadas. Por un lado están las advertencias bajistas, por otro los datos on-chain que muestran acciones reales: las instituciones y las ballenas siguen acumulando. ¿A cuál eliges creer?

Algunas señales no se pueden ocultar. El grifo de la liquidez global está a punto de aflojarse, y esto no es una suposición, sino el calendario de los bancos centrales de distintos países. Michael Saylor, el fundador de MicroStrategy, volvió a hablar hace poco y afirmó directamente que el Bitcoin a 80.000 dólares es un activo “gravemente infravalorado”. Lo más importante es que, si las tensiones entre grandes potencias se suavizan un poco, los activos de riesgo podrían despegar directamente.

Pero un mercado alcista nunca es un banquete. Lo que necesita el capital fuerte es que dudes en las caídas lentas y vendas en los periodos de volatilidad. Si miras atrás en cada ciclo, los que ganan dinero al final siempre son unos pocos: la mayoría o no se atreven a entrar, o no aguantan sus posiciones.

Siendo realistas: aunque la liquidez esté asegurada, que los fondos pasen del mercado tradicional al mundo cripto lleva tiempo. Puede que todavía queden uno o dos meses de “ventana vacía”. No sería raro que a corto plazo el mercado siga siendo difícil o incluso caiga más. Pero, viéndolo de otra manera, cuando nadie quiere entrar es cuando suele ser la mejor ventana para posicionarse. Cuando todos griten “ya llegó el bull market”, quizá ya te hayas perdido el tramo más jugoso.

¿Son los 220.000 dólares el final? Puede que solo sea una estación intermedia. Este tren ya está en marcha, ¿vas a seguir mirando o prefieres coger sitio antes de tiempo?