Hace unos días debatí con un familiar ajeno al sector sobre el oro y el bitcoin. Él cree firmemente en las minas de oro aún desconocidas en la corteza terrestre, mientras que yo confío en el límite absoluto de 21 millones de monedas fijado por el código. En esencia, este debate es una lucha entre la "dependencia física del viejo mundo" y la "certidumbre matemática del nuevo mundo".

Mientras la mayoría todavía se preocupa por teorías conspirativas sobre Estados Unidos, la red global de poder de cómputo ya ha construido un muro de verdad inmutable. Bitcoin no es solo un activo, es la única "certeza" que podemos aferrar en tiempos de inestabilidad geopolítica.

¿Pero basta con acumular monedas? No. En este ciclo, la tendencia más reciente que vemos es: la propiedad de activos de Web3 + la productividad de la IA = el nacimiento del súper individuo.

Este es el verdadero "proyecto" más grande de este ciclo.

Muchos están atrapados en Pekín, Shanghái, Cantón o Nueva York, con altos salarios aparentemente respetables, pero agotados en esta gigantesca cinta de correr. La verdadera libertad financiera ya no es el número en tu cuenta bancaria, sino la capacidad de "arbitraje geográfico".

Cuando ganas en dólares pero vives en Chiang Mai o en alguna ciudad tranquila de segunda categoría, en realidad estás viviendo aplicando "ataques dimensionalmente superiores".

En esta era, el mayor riesgo no es perderte alguna moneda, sino que tu cuerpo e ingresos sigan atados firmemente a un único espacio físico.

Abre la IA, busca esas pequeñas necesidades aún no satisfechas. Desde hoy, construye tus fuentes de ingresos sin restricciones geográficas.

Nuestra generación está destinada a rebelarse por última vez contra el estilo de vida de nuestros padres, a través del código y los algoritmos.

Abraza los activos escasos y conviértete en una persona libre.