¿Podría la inteligencia artificial realmente romper un patrón que se ha mantenido constante durante más de siglo y medio? La verdadera cuestión no es solo si la IA puede cambiar las cosas, sino si esta transformación ocurrirá sin llevar la economía a una crisis de sobrecalentamiento. La historia nos muestra que los grandes cambios tecnológicos rara vez se producen sin fricciones económicas. ¿Estamos preparados para lo que viene o estamos caminando sonámbulos hacia la inestabilidad?