El gigante inmobiliario en apuros de Hong Kong, New World, está llevando a cabo un canje de bonos que reducirá aproximadamente 1.200 millones de dólares de sus libros. Suena a progreso, ¿verdad? Pues no del todo. El promotor sigue ahogado en una de las cargas de deuda más graves de la ciudad, y las presiones de liquidez no parecen aliviarse a corto plazo. Incluso con esta reestructuración, todavía están lejos de estar fuera de peligro. La verdadera pregunta es: ¿esto solo les da tiempo o realmente podrán darle la vuelta a la situación antes de que llegue la próxima crisis?