¿Se avecina una crisis energética como el próximo gran obstáculo de la IA? Eso es lo que dicen los expertos del sector.

El crecimiento explosivo de la inteligencia artificial está llevando nuestras redes eléctricas al límite. No hablamos solo de un ligero aumento en el consumo de energía: se trata de un desafío fundamental de infraestructura que podría frenar la innovación.

Aquí viene lo interesante: los expertos ahora anticipan que los pequeños reactores nucleares modulares se convertirán en la solución preferida para alimentar los centros de datos de IA antes de 2035. Unidades nucleares compactas, diseñadas específicamente para instalaciones tecnológicas. Suena a ciencia ficción, pero el plazo es sorprendentemente ambicioso.

Piénsalo. A medida que los modelos de IA se vuelven más sofisticados y su despliegue se multiplica exponencialmente, las fuentes de energía tradicionales simplemente no pueden seguir el ritmo. Las cuentas no salen. Así que el giro hacia una infraestructura nuclear dedicada ya no es mera especulación: se está convirtiendo en una necesidad.

La cuestión no es si este cambio ocurrirá. Es cuán rápido podremos construirlo.