En realidad, no falta dinero. Mira a esos gigantes de la IA, con capitalizaciones de mercado de varios billones de dólares; incluso cuando suben un 10% en un solo día, sigue habiendo gente que se pelea por subirse al carro. En cambio, en el mercado de Bitcoin, ¿dónde está el problema? Falta un motivo de compra convincente.
Mirando atrás, Bitcoin ha pasado por dos grandes narrativas principales:
La primera fue el concepto de moneda descentralizada. Por allá en 2019, esta historia elevó el precio por encima de los 10.000 dólares. Pero los problemas surgieron rápido: el precio era extremadamente volátil y su carácter deflacionario demasiado fuerte, lo que lo hacía inviable como herramienta económica normal.
La segunda fue el posicionamiento como oro digital. Propuesto por una gestora de activos en 2020, ha sido popular hasta ahora. Pero este año el oro ha subido incluso más que Bitcoin, y además Bitcoin muestra una volatilidad más propia de las tecnológicas; ¿activo refugio? Sigue quedándose corto frente al oro físico. Al final, los fondos que buscan estabilidad siguen eligiendo el oro físico.
¿De dónde saldrá la nueva narrativa? Quizás haya que buscar la respuesta en el mundo físico.
Hace poco, Musk planteó un enfoque: Bitcoin es, en esencia, una moneda impulsada por la energía. El mecanismo de prueba de trabajo determina que necesitas consumir electricidad y competir con potencia de cálculo para mantener la red; el valor del activo digital está directamente anclado al consumo energético. Esto es completamente diferente a la moneda fiduciaria: la energía no se puede imprimir.
Dicho de otro modo: Bitcoin y la IA en realidad se parecen bastante, ambos convierten recursos del mundo real en productos digitales. El economista Fu Peng incluso hizo una analogía: Bitcoin es como una acción de IA con "recompra incorporada": el halving cada cuatro años es como una recompra periódica, generando escasez de forma artificial.
¿Y desde el punto de vista de la inversión? Un Bitcoin a 100.000 dólares quizá tenga menos certidumbre que los líderes de la IA. Pero, ¿y si baja a 80.000 o 70.000? Comparado con esas tecnológicas que ya cotizan a valoraciones estratosféricas, ahí es donde aparece la relación calidad-precio de Bitcoin.
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
14 me gusta
Recompensa
14
4
Republicar
Compartir
Comentar
0/400
NullWhisperer
· hace16h
Técnicamente hablando, la "narrativa respaldada por energía" es interesante, pero vamos a analizar esto: el PoW que quema electricidad en realidad no vincula el BTC a los costes energéticos, simplemente crea un suelo. Las matemáticas no se sostienen del todo bajo escrutinio. Aun así, el cambio de "oro digital" a "activo adyacente a la IA" se siente menos como innovación y más como... ¿rebranding de una tesis fallida? Aun así, merece la pena seguirlo de cerca.
Ver originalesResponder0
TokenomicsShaman
· hace16h
El enfoque de la energía impulsando la moneda es realmente novedoso, pero sigo pensando que, por muy bien que cuenten la historia, no puede compararse con el respaldo directo de las instituciones que supone un ETF spot... Eso de los cien mil dólares y demás, mejor hablamos cuando realmente baje.
Ver originalesResponder0
AirdropHarvester
· hace17h
Desde la perspectiva de la energía como motor, es realmente novedoso; desde luego, es más fiable que ese discurso de "oro digital".
Que el oro haya subido más que el Bitcoin es realmente embarazoso, ¿dónde quedó esa promesa de ser refugio de valor?
Por debajo de 80.000 tengo que pensármelo, a 100.000 realmente no tengo seguridad.
Ver originalesResponder0
BlockchainRetirementHome
· hace17h
El enfoque de anclaje energético es interesante, pero al final no deja de ser contar historias. ¿Por qué nadie se queja de la volatilidad del oro? Es un doble rasero.
En realidad, no falta dinero. Mira a esos gigantes de la IA, con capitalizaciones de mercado de varios billones de dólares; incluso cuando suben un 10% en un solo día, sigue habiendo gente que se pelea por subirse al carro. En cambio, en el mercado de Bitcoin, ¿dónde está el problema? Falta un motivo de compra convincente.
Mirando atrás, Bitcoin ha pasado por dos grandes narrativas principales:
La primera fue el concepto de moneda descentralizada. Por allá en 2019, esta historia elevó el precio por encima de los 10.000 dólares. Pero los problemas surgieron rápido: el precio era extremadamente volátil y su carácter deflacionario demasiado fuerte, lo que lo hacía inviable como herramienta económica normal.
La segunda fue el posicionamiento como oro digital. Propuesto por una gestora de activos en 2020, ha sido popular hasta ahora. Pero este año el oro ha subido incluso más que Bitcoin, y además Bitcoin muestra una volatilidad más propia de las tecnológicas; ¿activo refugio? Sigue quedándose corto frente al oro físico. Al final, los fondos que buscan estabilidad siguen eligiendo el oro físico.
¿De dónde saldrá la nueva narrativa? Quizás haya que buscar la respuesta en el mundo físico.
Hace poco, Musk planteó un enfoque: Bitcoin es, en esencia, una moneda impulsada por la energía. El mecanismo de prueba de trabajo determina que necesitas consumir electricidad y competir con potencia de cálculo para mantener la red; el valor del activo digital está directamente anclado al consumo energético. Esto es completamente diferente a la moneda fiduciaria: la energía no se puede imprimir.
Dicho de otro modo: Bitcoin y la IA en realidad se parecen bastante, ambos convierten recursos del mundo real en productos digitales. El economista Fu Peng incluso hizo una analogía: Bitcoin es como una acción de IA con "recompra incorporada": el halving cada cuatro años es como una recompra periódica, generando escasez de forma artificial.
¿Y desde el punto de vista de la inversión? Un Bitcoin a 100.000 dólares quizá tenga menos certidumbre que los líderes de la IA. Pero, ¿y si baja a 80.000 o 70.000? Comparado con esas tecnológicas que ya cotizan a valoraciones estratosféricas, ahí es donde aparece la relación calidad-precio de Bitcoin.