La semana pasada, la amplitud semanal de BTC fue del 15%, la cantidad de liquidaciones en el mercado de derivados de ETH superó los 2.000 millones de dólares, y la bolsa estadounidense se movió de forma caótica como si estuviera desatada.

La primera reacción de la mayoría seguramente será: ¿otra vez la Reserva Federal haciendo de las suyas? ¿O algún gran ballena tirando el mercado? Pero si realmente piensas así, podrías perderte la lógica real detrás de este movimiento.

Tras años siguiendo los datos cripto, he descubierto una variable gravemente infravalorada: ese "Señor Aranceles" de Washington y los 37,85 billones de dólares de deuda pública que lleva a sus espaldas (dato oficial del Tesoro de EE. UU. de octubre de 2025, casi el doble respecto a 2020). Este es el verdadero factor clave que sacude la valoración de los activos globales.

Esta guerra comercial, que en apariencia va dirigida contra ciertas economías, en realidad es una estrategia fiscal para prolongar la vida de una deuda colosal. Y precisamente en el funcionamiento de este "juego de la deuda" es donde se esconden las oportunidades del mercado cripto.

**El verdadero destino de los ingresos arancelarios**

No te dejes engañar por discursos de "protección comercial". Entre enero y septiembre de 2025, los ingresos por aranceles de EE. UU. alcanzaron los 386.000 millones de dólares, un aumento interanual del 42%, de los cuales cerca del 60% provienen de importadores de regiones específicas; ese dinero va directamente a las arcas del Tesoro.

Según cálculos de la Oficina de Presupuesto del Congreso, esta política arancelaria podría cubrir un déficit fiscal de unos 4 billones de dólares en un periodo de 10 años...