Recuerdo cuando recién entré en el mundillo, era como un jugador empedernido: con los ojos pegados a la vela de 1 minuto, temiendo perderme la subida y asustado de quedarme atrapado en la bajada. Mi estado mental estaba totalmente secuestrado por esas barras rojas y verdes que saltan en la pantalla.

El punto de inflexión llegó de repente. Una vez, charlando con un veterano del sector, soltó una frase: «Operar mirando solo un marco temporal es igual que jugar a ciegas». En ese momento, me hizo clic la cabeza y entendí por qué siempre sentía que el mercado me tomaba el pelo.

Después empecé a estudiar la estrategia de combinar varios periodos y, mirando atrás, veo que ese fue el verdadero antes y después.

**Primero miro el gráfico de 4 horas, para marcar la tendencia principal**

Con activos como BOB y ALCH, siempre empiezo revisando el gráfico de 4 horas. Si la tendencia es alcista, espero una corrección para buscar oportunidades de compra; si la tendencia es bajista, espero el rebote para ponerme corto. Los periodos laterales son los más tediosos, pero también son los que más ponen a prueba la paciencia: si no hay ruptura, no entro.

**Luego el gráfico de 1 hora, para delimitar el campo de batalla**

Una vez tengo la dirección, utilizo el gráfico de 1 hora para definir las zonas concretas de entrada y salida. Los mínimos anteriores, las medias móviles, las líneas de tendencia: todo esto son mis referencias para marcar zonas; los máximos anteriores y las resistencias claras son mis señales para salir por partes.

**Por último, el gráfico de 15 minutos, para apretar el gatillo**

En monedas muy volátiles como TURBO, el gráfico de 15 minutos es el más útil. Si veo una figura de reversión, una divergencia en el MACD, o un cruce alcista de medias, suele ser la señal para entrar. Cuando el volumen se dispara de repente, suele ser “el momento adecuado”.

**La clave es una: resonancia entre los tres periodos**

4 horas para la dirección, 1 hora para delimitar zonas, 15 minutos para ejecutar. Cuando los tres marcan verde a la vez, la probabilidad de acierto es tan alta que hasta dudas. Si la dirección es la correcta, la zona es la correcta y el momento es el correcto, la operación está casi asegurada.

Desde que uso este marco, ya no me asusto por una mecha de 1 minuto ni me dejo llevar por falsas rupturas. El mercado sigue siendo el mismo, pero el enfoque ha cambiado y mi mentalidad se ha asentado.