¿Sabes qué es interesante? Los políticos en los Estados Unidos siguen insistiendo en que los precios están fuera de control y que todo se está volviendo inasequible. Hacen que suene como si nos estuvieran dirigiendo hacia algún tipo de apocalipsis económico.

Pero aquí está la cuestión: cuando realmente miras los datos duros, la situación no es ni de lejos tan catastrófica como sugiere la retórica. Claro, la inflación nos golpeó y los precios subieron. Nadie lo niega. Pero la diferencia entre la narrativa política y los números reales? Bastante masiva.

Es casi como si hubiera más calor que luz en estas discusiones. La verdadera imagen económica es más matizada de lo que los eslóganes te harían creer. Te hace preguntarte cuánto de la charla sobre la crisis de asequibilidad está fundamentada en datos frente a cuánto es solo... bueno, la política siendo política.