Trump acaba de proponer algo salvaje: eliminar por completo el impuesto sobre la renta y financiar todo el gobierno a través de aranceles en su lugar. Eso no es un ajuste, es voltear la mesa sobre cómo funciona la política fiscal. Si esto se toma en serio, se pueden esperar repercusiones en la fortaleza del dólar, las expectativas de inflación y los flujos de activos de riesgo. Podría empujar a más personas hacia alternativas descentralizadas cuando los sistemas tradicionales comiencen a reformularse de esta manera tan dura.