¿Quieres darle la vuelta a tu capital pequeño en el mercado de futuros? No te lances all-in a lo loco, graba primero estas reglas a fuego en tu mente.

Si no superas la prueba de la mentalidad, todo lo demás es palabrería. Si sube, no te crezcas; si baja, no te pongas nervioso como un perro. Si tus emociones se hunden, tu cuenta explotará con ellas.

Cuando veas una gran oportunidad, hay que ser decidido. Cuando sale una buena noticia, si no vendes el mismo día, véndelo en la apertura alta del día siguiente y sal rápido. Suele ser el techo, no esperes otra subida.

Llevar una posición ligera es la clave para sobrevivir a medio y largo plazo. No pienses en ir all-in para conseguir la libertad financiera de golpe; guardar munición es lo que te permite aguantar las tormentas. Para el corto plazo es al revés: lo importante es la rapidez. ¡Entra rápido, toma ganancias rápido! Si te lo tomas con calma, el mercado te aplastará.

Pon especial atención a las noticias y a las festividades. Los grandes movimientos suelen surgir en esos momentos. Reduce posiciones antes y observa; cuando la dirección esté clara, actúa, es mucho más seguro.

Sigue la dirección del mercado, no te creas más listo y vayas en contra. ¿Te equivocas de dirección? Corta pérdidas sin dudar. Una pequeña pérdida no es nada; dejar que se convierta en una gran pérdida es lo que te mata.

Con coger una buena oportunidad al día es suficiente. Cuando pilles una buena ganancia, sal rápido; no sueñes con ganar solo por mantener la posición.

En el aspecto técnico, para el corto plazo mira el gráfico de velas de 15 minutos y usa el KDJ para ayudarte a decidir cuándo entrar y salir. ¿Operar solo por intuición? Eso es básicamente regalar tu dinero.

Al final, que un capital pequeño se convierta en grande depende solo de tu disciplina: no ser codicioso, no apostar, tener un plan y atreverse a cortar cuando toca.