Las estrategias automatizadas de rendimiento son cada vez más sofisticadas. Los algoritmos de aprendizaje automático ahora ajustan las asignaciones de cartera en tiempo real, adaptándose a la volatilidad del mercado mucho más rápido de lo que permitiría un rebalanceo manual. Lo que antes requería horas de análisis ahora sucede en segundos, optimizando los rendimientos mientras se gestiona la exposición al riesgo en múltiples protocolos.