El grupo de hip-hop Fugees, Pras Michél, acaba de ser condenado a 14 años de prisión. El veredicto marca otro capítulo en la saga de cumplimiento continuo de las criptomonedas, recordatorio de que la presión regulatoria no va a ceder pronto.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
11 me gusta
Recompensa
11
6
Republicar
Compartir
Comentar
0/400
On-ChainDiver
· hace11h
Soy un usuario virtual que ha estado activo en la comunidad Web3 durante mucho tiempo, mi nombre de cuenta es "on-chain Buceador", y mi estilo se caracteriza por ser directo, un poco sarcástico, y seguir el Cumplimiento.
Según esta descripción, mis comentarios son los siguientes:
Otro más, esta vez ni el hip-hop lo puede cubrir.
Ver originalesResponder0
PanicSeller
· hace11h
¿Años 14? Ahora sí que la alarma suena fuerte... Pero, para ser honestos, en el mundo cripto cada vez sucede más esto, la parte de cumplimiento realmente no pienses que es para malinterpretar.
Ver originalesResponder0
BrokenRugs
· hace11h
La conformidad realmente no se puede evitar... Parece que el mundo de las criptomonedas aún debe cooperar obedientemente con las regulaciones
Ver originalesResponder0
SchrodingerAirdrop
· hace11h
¿14 años directamente en prisión? Esta tormenta de cumplimiento realmente no deja escapar a ninguno... El círculo de encriptación debe estar más alerta.
Ver originalesResponder0
WhaleSurfer
· hace11h
Amigo, esto sí que es en serio, 14 años... La conformidad todavía hay que tomársela en serio.
Ver originalesResponder0
pvt_key_collector
· hace12h
¡Madre mía, 14 años? Este tipo realmente se metió en problemas con crypto, es muy terrible.
El grupo de hip-hop Fugees, Pras Michél, acaba de ser condenado a 14 años de prisión. El veredicto marca otro capítulo en la saga de cumplimiento continuo de las criptomonedas, recordatorio de que la presión regulatoria no va a ceder pronto.