Así que todos recibieron el memorando: cubrir la inflación con oro, acciones, cripto. Guía clásica. Luego la realidad golpea. Los empleos desaparecen. Las billeteras se ajustan. La confianza se desploma. De repente, los precios no están subiendo, sino cayendo. Aquí está la sorpresa: ¿la mayoría de los activos negociables que amamos? Prosperan en inflación, no en deflación. La cobertura se convierte en la trampa. Cuando el ciclo cambia de miedos a la inflación a la realidad de la recesión, esas jugadas "seguras" comienzan a sangrar. Es casi poético lo rápido que se rompe la narrativa.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
13 me gusta
Recompensa
13
5
Republicar
Compartir
Comentar
0/400
RektButStillHere
· hace2h
¡Vaya, la cobertura se ha convertido en tomar a la gente por tonta, la velocidad de este giro es increíble!
Ver originalesResponder0
ProtocolRebel
· hace2h
Son todos Lavado de ojos, la Cobertura contra la inflación esa ya debería haber quebrado.
Ver originalesResponder0
AirdropSkeptic
· hace2h
Dicho de manera simple, es que todos han sido tomados por tontos, la historia de la cobertura contra la inflación ya no se puede contar.
Ver originalesResponder0
FancyResearchLab
· hace3h
Teóricamente, no hay problema en cubrir la inflación, pero en la práctica te has encerrado. El número siete de Lu Ban está en construcción.
Ver originalesResponder0
SnapshotLaborer
· hace3h
Las vendedoras de verduras saben esta trampa, y al girar el mercado nos atrapó.
Así que todos recibieron el memorando: cubrir la inflación con oro, acciones, cripto. Guía clásica. Luego la realidad golpea. Los empleos desaparecen. Las billeteras se ajustan. La confianza se desploma. De repente, los precios no están subiendo, sino cayendo. Aquí está la sorpresa: ¿la mayoría de los activos negociables que amamos? Prosperan en inflación, no en deflación. La cobertura se convierte en la trampa. Cuando el ciclo cambia de miedos a la inflación a la realidad de la recesión, esas jugadas "seguras" comienzan a sangrar. Es casi poético lo rápido que se rompe la narrativa.