Un analista de una importante plataforma de trading señala un interesante paradoja que se está gestando en la economía del Reino Unido. El país parece estar en un camino hacia una reducción fiscal—piensa en recortes de gasto y restricción presupuestaria—lo que naturalmente amenaza con arrastrar hacia abajo el impulso del crecimiento. Pero aquí está el giro: si los aumentos de impuestos se materializan como se espera, esa presión deflacionaria podría forzar en realidad la mano del banco central, acelerando potencialmente su cronograma para el alivio monetario. Es un caso clásico de política fiscal que inadvertidamente da forma a la estrategia monetaria, donde la austeridad gubernamental podría, paradójicamente, llevar a un dinero más laxo antes de lo que los mercados actualmente anticipan.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
13 me gusta
Recompensa
13
8
Republicar
Compartir
Comentar
0/400
FlashLoanLord
· 11-11 16:47
¡Inglaterra realmente va a acabar, qué pena!
Ver originalesResponder0
SerumSqueezer
· 11-11 13:30
smh... clásico del Reino Unido jugando con la impresora de dinero de nuevo
Ver originalesResponder0
SmartContractRebel
· 11-11 13:28
Esta vez, el Reino Unido lo ha arruinado.
Ver originalesResponder0
NestedFox
· 11-11 13:21
Eso significa que también tendrás que soportar el dolor de la deflación~
Ver originalesResponder0
LightningAllInHero
· 11-11 13:13
Mirando la obra y comiendo sandías, el comercio de monedas, salvando a los tontos, el viejo tonto del mundo Cripto, comprando la caída todos los días atrapado.
Es muy típico, la política es solo una broma.
Un analista de una importante plataforma de trading señala un interesante paradoja que se está gestando en la economía del Reino Unido. El país parece estar en un camino hacia una reducción fiscal—piensa en recortes de gasto y restricción presupuestaria—lo que naturalmente amenaza con arrastrar hacia abajo el impulso del crecimiento. Pero aquí está el giro: si los aumentos de impuestos se materializan como se espera, esa presión deflacionaria podría forzar en realidad la mano del banco central, acelerando potencialmente su cronograma para el alivio monetario. Es un caso clásico de política fiscal que inadvertidamente da forma a la estrategia monetaria, donde la austeridad gubernamental podría, paradójicamente, llevar a un dinero más laxo antes de lo que los mercados actualmente anticipan.