Este supuesto "Gran Proyecto de Belleza" parece brillante en la superficie, pero en realidad está contribuyendo a aumentar el déficit fiscal.

Primero hablemos de a dónde se gasta el dinero. Defensa, fronteras, energía: estos tres grandes conceptos han consumido un buen presupuesto. La construcción del muro fronterizo debe continuar, el gasto militar debe expandirse, y la independencia energética se clama con gran fuerza. Suena muy contundente, pero el costo es elevado.

¿Y del otro lado? Se han recortado las ayudas médicas, se han reducido los apoyos sociales, se ha disminuido la asistencia a préstamos estudiantiles, los programas de nutrición ya no son tan generosos, e incluso se han recortado las subvenciones para la energía verde. La razón es "controlar el desperdicio" y hacer recortes en el presupuesto.

¿Cuál es el resultado? Si hacemos las cuentas, los gastos netos aumentan aproximadamente 90.000 millones de dólares, mientras que los ingresos disminuyen en 20.000 millones. Con este vaivén, el déficit se dispara directamente a 110.000 millones, y la deuda federal sigue aumentando.

Esencialmente, esta es la estrategia de "reducción de impuestos + aumento de gastos en ciertas áreas"; a corto plazo puede estimular la economía, pero a largo plazo la presión fiscal solo será mayor.

Esta ley fue aprobada formalmente en julio del año pasado y se considera el punto culminante de la reforma fiscal del segundo mandato de Trump. Se prevé que en los próximos diez años aumentará el déficit en entre 3 y 4 billones de dólares.

¿Y qué pasa con este cierre del gobierno? Es simple, los dos partidos no llegaron a un acuerdo sobre "recortes en Medicaid", y el proyecto de ley de financiación temporal también se estancó. Sin dinero, el gobierno naturalmente se cierra.