El cierre del gobierno de EE. UU. ha llegado al día 41, y esta vez el movimiento no es pequeño. El mecanismo subyacente de los contratos SOFR (con un volumen de hasta 400 billones de dólares) se ha roto, y la fragilidad del sistema de TradFi ha quedado al descubierto.

En estos momentos, las ventajas de BTC y ETH se hacen evidentes. Los datos están ahí: la correlación negativa entre el precio de Bitcoin y la duración del cierre gubernamental alcanza 0.4; cuanto más caótico, más se prefieren los activos descentralizados. Ahora que BTC ha retrocedido a la zona de 102k, los jugadores institucionales no están preocupados, lo ven como una fase de acumulación antes de la próxima ronda de impulso.

Es aún más digno de atención el movimiento en el ámbito DeFi. El protocolo Morpho ha incorporado activos físicos de uranio al mercado de préstamos, lo que significa que la narrativa de RWA (activos del mundo real) ha entrado oficialmente en aplicaciones a nivel institucional. La liquidez de activos tradicionales comienza a fluir rápidamente hacia el mercado de crédito descentralizado, lo que representa una verdadera transformación del modelo.

Este miércoles se publicarán los datos del IPC de EE. UU. Si la presión inflacionaria persiste, es muy probable que BTC rompa rápidamente hacia arriba, repitiendo la fuerte tendencia del mercado durante el cierre del gobierno en 2018.