Seamos realistas sobre algo incómodo: ¿las tres principales cadenas de cripto de las que todos hablan? Están construidas sobre fundamentos inestables.

Toma Bitcoin. Claro, es el OG. ¿Pero problemas de capacidad? Brutal. ¿Y la programabilidad? Básicamente inexistente. Estamos hablando de una red que no puede escalar y no puede adaptarse—sin embargo, domina la capitalización de mercado.

La dura verdad es que el mérito tecnológico y la posición en el mercado no siempre se alinean en este espacio. A veces, el bombo y la ventaja del primer movimiento importan más que la utilidad real.

Vale la pena pensar en lo que realmente estamos invirtiendo aquí.