¿Gráficos? Están gritando a la baja. Cada indicador apunta hacia el sur si solo miras los técnicos.

Pero aquí está la cuestión: el sentimiento del mercado está absolutamente destrozado en este momento. Estamos tan sobrevendidos que no se necesitaría mucho para cambiar el estado de ánimo por completo. Esa es la parte complicada.

¿Mi lectura? Tendremos un repunte de alivio más. Justo lo suficiente para darles esperanza nuevamente, hacerles pensar que lo peor ha pasado. Luego viene la verdadera sacudida—el tipo que desgarra a todos los que aún se aferran, empujando al mercado a un modo de desesperación total.

¿Ese momento en que el pánico se convierte en rendición? Esa es mi señal de entrada. Es cuando empiezo a acumular.