Mi experiencia con las billeteras: por qué odio las custodiadas y amo las no custodiadas

Recientemente me encontré de nuevo en una situación en la que mi cripto se quedó atascada en la plataforma de un intercambio "conocido", y esto me enfureció por completo. Quiero compartir mi experiencia usando diferentes tipos de billeteras.

Carteras no custodiales — para mí son como mi propio fuerte, donde yo soy el dueño de la situación. A diferencia de estas malditas soluciones custodiales, donde algunas personas desconocidas mantienen mi dinero como rehenes, aquí yo mismo poseo mis claves. Sí, da un poco de miedo, ¡pero la sensación de libertad vale la pena!

Lo que me gusta:

• Mis monedas son realmente MÍAS, y no "condicionalmente mías"
• Nadie congelará mi cuenta debido a "actividad sospechosa"
• Puedo transferir mi dinero cuando quiera, sin verificaciones interminables

Qué molesta:

• Perdí las llaves una vez — perdí todo, y para siempre
• A veces la cabeza se hincha por los matices técnicos

He estado usando MetaMask durante 3 años, y aunque ha habido algunos momentos desagradables en los que casi envío dinero a la dirección incorrecta, la sensación general de control sobre mis activos es invaluable.

Y esos son los monederos custodiados... He utilizado casi todas las grandes plataformas, y cada vez la historia es la misma: primero todo es conveniente, luego surgen problemas con los retiros, limitaciones, verificaciones y tickets interminables al soporte. Sí, para los novatos es más fácil: simplemente inicias sesión con tu usuario y contraseña, pero el precio de esa "comodidad" es demasiado alto para mí.

Si te tomas en serio las criptomonedas, aprende a usar soluciones no custodiales. Sí, da miedo asumir la responsabilidad, pero es mejor que yo mismo sea el culpable de mis errores que depender de alguna empresa que puede desaparecer mañana junto con mi dinero.