En 2005, este artista callejero de Los Ángeles, David Choe, fue invitado a salpicar un poco de pintura en la primera oficina real de Facebook. Le ofrecieron alrededor de $60k por los murales. El efectivo parecía aburrido. Choe quería otra cosa: acciones de la empresa. Era un poco loco en ese momento.
Avancemos hasta 2023. ¿Esas acciones? Ahora valen la asombrosa cantidad de $300 millones. ¡No está mal por unas pocas paredes de pintura!
Parece que Choe tropezó con uno de los tratos artísticos más afortunados de la historia. Lo que habría sido simplemente otro salario se convirtió en una fortuna. Los detalles exactos no están del todo claros, pero el resultado ciertamente lo está.
Choe comenzó a etiquetar paredes en Los Ángeles en algún momento de finales de los 90. Solo otro artista callejero con latas de spray y sueños. Luego llegó este trabajo aleatorio de Facebook.
Ahora es estúpidamente rico. Uno de los artistas vivos más ricos. Todo porque apostó por una joven empresa de tecnología que podría no haber ido a ninguna parte. Pero no fue así. Explotó.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
La apuesta de Facebook de Graffiti Guy da grandes resultados
En 2005, este artista callejero de Los Ángeles, David Choe, fue invitado a salpicar un poco de pintura en la primera oficina real de Facebook. Le ofrecieron alrededor de $60k por los murales. El efectivo parecía aburrido. Choe quería otra cosa: acciones de la empresa. Era un poco loco en ese momento.
Avancemos hasta 2023. ¿Esas acciones? Ahora valen la asombrosa cantidad de $300 millones. ¡No está mal por unas pocas paredes de pintura!
Parece que Choe tropezó con uno de los tratos artísticos más afortunados de la historia. Lo que habría sido simplemente otro salario se convirtió en una fortuna. Los detalles exactos no están del todo claros, pero el resultado ciertamente lo está.
Choe comenzó a etiquetar paredes en Los Ángeles en algún momento de finales de los 90. Solo otro artista callejero con latas de spray y sueños. Luego llegó este trabajo aleatorio de Facebook.
Ahora es estúpidamente rico. Uno de los artistas vivos más ricos. Todo porque apostó por una joven empresa de tecnología que podría no haber ido a ninguna parte. Pero no fue así. Explotó.