La Caída en Desgracia de BitBoy: Otro Día, Otro Problema en Popeyes

Ya no puedo decir que me sorprenda cuando veo a Ben Armstrong haciendo titulares por todas las razones equivocadas. Esta vez, nuestro infame "influencer" de criptomonedas BitBoy decidió hacer una rabieta en un restaurante Popeyes, de todos los lugares. La policía lo llevó después de algún tipo de colapso con el personal - porque aparentemente, cuando tienes millones de seguidores, esperar tu sándwich de pollo como todos los demás es demasiado pedir.

El video muestra a Armstrong perdiendo completamente el control. No es ninguna sorpresa. El hombre que se supone que es un "líder de pensamiento" en crypto ni siquiera puede mantener la calma en un restaurante de comida rápida. ¿Qué lo desencadenó exactamente? ¡Quién sabe! Las autoridades están manteniendo ese jugoso detalle para sí mismas por ahora.

Lo que más me irrita es cómo se comportan estos llamados gurús de las criptomonedas en público. Aquí hay un tipo con una plataforma masiva, que podría estar educando a la gente sobre desarrollos significativos en la tecnología blockchain. En cambio, está creando escenas en Popeyes mientras la industria lucha por la legitimidad.

Entre sus múltiples arrestos por cargos de acoso en Georgia y ahora este ridículo ataque en el restaurante, me pregunto cómo es que alguien todavía toma en serio a este payaso. El espacio cripto merece mejores representantes que hombres-niños que no pueden manejar interacciones sociales básicas.

Mientras tanto, ETH está ganando credibilidad institucional real, BlackRock está proponiendo vehículos de inversión serios, y el mercado está haciendo movimientos reales. Pero claro, veamos todos el colapso público de BitBoy en su lugar.

La reacción de la comunidad dice mucho. Como lo expresó un comentarista de manera directa en portugués: esto es un chisme inútil, no información del mercado. No podría estar más de acuerdo. Mientras desperdiciamos tiempo en las payasadas de BitBoy, los jugadores serios están remodelando el panorama financiero tras bambalinas.