En el mundo de las amenazas digitales, hay una figura cuyo nombre rara vez se escucha en las noticias, pero cuyas acciones han sacudido los cimientos de la ciberseguridad. Se trata de un participante clave del grupo 🇰🇵 Lazarus, Pak Jin Hyok, responsable de una serie de los ciberataques más devastadores de la última década. Consideremos la magnitud de sus acciones:
Hackeo y robo: el camino del destructor digital
El ataque a Sony Pictures en 2014 fue el primer caso sonado en el que se manifestó el estilo de Pak. Aunque las pérdidas financieras fueron mínimas, el daño reputacional para la empresa resultó ser colosal.
Dos años después, el mundo se conmocionó con la noticia del robo de 81 millones de dólares del Banco Central de Bangladés. Los delincuentes utilizaron un sofisticado esquema con transferencias SWIFT falsas, y detrás de esta operación también estaba Pak.
El año 2017 estuvo marcado por un ataque global del virus de ransomware WannaCry. El resultado fue la recopilación de un rescate que superó los 140 mil dólares, de las víctimas de todo el mundo.
El incidente más reciente y a gran escala fue el de Gate en 2025. Se robaron criptomonedas de la plataforma por una suma astronómica de 1,46 mil millones de dólares.
El arquitecto invisible del caos digital
Los métodos de Pak Jin Hyok han evolucionado de ataques directos a operaciones complejas y en múltiples etapas. Su destreza técnica y pensamiento estratégico le permiten mantenerse esquivo a pesar de los esfuerzos de las autoridades internacionales.
Cada uno de estos ataques no solo causó daños financieros, sino que también socavó la confianza en los sistemas digitales a nivel global. Pak Jin Hyok demostró que en manos hábiles, el código puede convertirse en un arma de destrucción masiva en el mundo financiero.
El caso de Gate mostró que incluso los sistemas más seguros pueden ser vulnerables ante un ciberataque altamente organizado. Este incidente llevó a muchas empresas a reevaluar sus enfoques de seguridad y a fortalecer las medidas de protección.
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El maestro cibernético que permanece en las sombras: la historia de Pak Jin Hyok
En el mundo de las amenazas digitales, hay una figura cuyo nombre rara vez se escucha en las noticias, pero cuyas acciones han sacudido los cimientos de la ciberseguridad. Se trata de un participante clave del grupo 🇰🇵 Lazarus, Pak Jin Hyok, responsable de una serie de los ciberataques más devastadores de la última década. Consideremos la magnitud de sus acciones:
Hackeo y robo: el camino del destructor digital
El ataque a Sony Pictures en 2014 fue el primer caso sonado en el que se manifestó el estilo de Pak. Aunque las pérdidas financieras fueron mínimas, el daño reputacional para la empresa resultó ser colosal.
Dos años después, el mundo se conmocionó con la noticia del robo de 81 millones de dólares del Banco Central de Bangladés. Los delincuentes utilizaron un sofisticado esquema con transferencias SWIFT falsas, y detrás de esta operación también estaba Pak.
El año 2017 estuvo marcado por un ataque global del virus de ransomware WannaCry. El resultado fue la recopilación de un rescate que superó los 140 mil dólares, de las víctimas de todo el mundo.
El incidente más reciente y a gran escala fue el de Gate en 2025. Se robaron criptomonedas de la plataforma por una suma astronómica de 1,46 mil millones de dólares.
El arquitecto invisible del caos digital
Los métodos de Pak Jin Hyok han evolucionado de ataques directos a operaciones complejas y en múltiples etapas. Su destreza técnica y pensamiento estratégico le permiten mantenerse esquivo a pesar de los esfuerzos de las autoridades internacionales.
Cada uno de estos ataques no solo causó daños financieros, sino que también socavó la confianza en los sistemas digitales a nivel global. Pak Jin Hyok demostró que en manos hábiles, el código puede convertirse en un arma de destrucción masiva en el mundo financiero.
El caso de Gate mostró que incluso los sistemas más seguros pueden ser vulnerables ante un ciberataque altamente organizado. Este incidente llevó a muchas empresas a reevaluar sus enfoques de seguridad y a fortalecer las medidas de protección.