Recientemente, leí un importante libro sobre el mercado de valores de Estados Unidos, que explora en profundidad las diez grandes bull runs que han ocurrido en el mercado de valores estadounidense en el último siglo (con un retorno anual superior al 35%). El autor, a través del análisis de datos financieros de la época, políticas gubernamentales y comentarios de medios de comunicación y celebridades, revela los factores comunes que contribuyen a las bull runs, mientras que también descubre información que contradice las opiniones tradicionales de Wall Street.
El valor de este libro no radica en proporcionarnos métodos para predecir la próxima ronda de bull run, sino en ayudarnos a comprender mejor las leyes de fluctuación del mercado. Así como un marinero que ha pasado por tempestades puede mantener la calma cuando se avecinan vientos y olas, conocer los bull run de la historia nos permite enfrentar las fluctuaciones del mercado con más tranquilidad.
El autor analiza cada bull run desde cinco aspectos clave: las expectativas de crecimiento de las ganancias empresariales, el cambio en la psicología de los inversores, los ciclos prolongados, las acciones políticas y la respuesta del mercado, así como el entorno crediticio. Al final, el autor resume una fórmula simple pero profunda para el bull run: precios deprimidos más una repentina flexibilización del crédito.
Esto coincide con la opinión de la revista Barron's de 1995: el bull run es el resultado de la combinación de factores como el aumento de las ganancias corporativas, las bajas tasas de interés, la moderada inflación y el fortalecimiento del dólar.
El libro también menciona un fenómeno interesante en el mercado de valores de EE. UU. durante la Primera Guerra Mundial. En ese momento, la actitud del mercado hacia la participación de EE. UU. en la guerra tuvo un impacto significativo: si EE. UU. mantenía la neutralidad, la guerra se consideraba negativa; si EE. UU. intervenía financieramente, la guerra se veía como algo positivo; y si EE. UU. decidía intervenir militarmente, la reacción del mercado era aún más compleja.
Este libro no es solo una historia financiera, sino también un espejo que refleja los cambios psicológicos de los inversores en diferentes épocas y el mecanismo de funcionamiento del mercado. Nos recuerda que, al tomar decisiones de inversión, debemos prestar atención tanto a los datos económicos actuales como a las lecciones de la historia.
En general, este es un buen libro que merece ser leído en profundidad por profesionales financieros y entusiastas de la inversión. No solo nos ayuda a comprender el pasado, sino que también nos proporciona valiosas perspectivas para nuestro viaje de inversión en el futuro.
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GweiTooHigh
· hace20h
La casa se vendió toda para el comercio de criptomonedas de los tontos.
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LiquiditySurfer
· 09-18 14:36
¡Buen libro! ¿Cuál es su nombre?
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NFTregretter
· 09-18 14:35
Deja de estudiar la historia, el mercado de A acciones cae todos los días.
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MetaMisery
· 09-18 14:30
Al Contado no es tan emocionante como los contratos ~
Recientemente, leí un importante libro sobre el mercado de valores de Estados Unidos, que explora en profundidad las diez grandes bull runs que han ocurrido en el mercado de valores estadounidense en el último siglo (con un retorno anual superior al 35%). El autor, a través del análisis de datos financieros de la época, políticas gubernamentales y comentarios de medios de comunicación y celebridades, revela los factores comunes que contribuyen a las bull runs, mientras que también descubre información que contradice las opiniones tradicionales de Wall Street.
El valor de este libro no radica en proporcionarnos métodos para predecir la próxima ronda de bull run, sino en ayudarnos a comprender mejor las leyes de fluctuación del mercado. Así como un marinero que ha pasado por tempestades puede mantener la calma cuando se avecinan vientos y olas, conocer los bull run de la historia nos permite enfrentar las fluctuaciones del mercado con más tranquilidad.
El autor analiza cada bull run desde cinco aspectos clave: las expectativas de crecimiento de las ganancias empresariales, el cambio en la psicología de los inversores, los ciclos prolongados, las acciones políticas y la respuesta del mercado, así como el entorno crediticio. Al final, el autor resume una fórmula simple pero profunda para el bull run: precios deprimidos más una repentina flexibilización del crédito.
Esto coincide con la opinión de la revista Barron's de 1995: el bull run es el resultado de la combinación de factores como el aumento de las ganancias corporativas, las bajas tasas de interés, la moderada inflación y el fortalecimiento del dólar.
El libro también menciona un fenómeno interesante en el mercado de valores de EE. UU. durante la Primera Guerra Mundial. En ese momento, la actitud del mercado hacia la participación de EE. UU. en la guerra tuvo un impacto significativo: si EE. UU. mantenía la neutralidad, la guerra se consideraba negativa; si EE. UU. intervenía financieramente, la guerra se veía como algo positivo; y si EE. UU. decidía intervenir militarmente, la reacción del mercado era aún más compleja.
Este libro no es solo una historia financiera, sino también un espejo que refleja los cambios psicológicos de los inversores en diferentes épocas y el mecanismo de funcionamiento del mercado. Nos recuerda que, al tomar decisiones de inversión, debemos prestar atención tanto a los datos económicos actuales como a las lecciones de la historia.
En general, este es un buen libro que merece ser leído en profundidad por profesionales financieros y entusiastas de la inversión. No solo nos ayuda a comprender el pasado, sino que también nos proporciona valiosas perspectivas para nuestro viaje de inversión en el futuro.