
Bitcoin Pizza hace referencia a la primera transacción real en la que se compró pizza usando Bitcoin. Este evento histórico tuvo lugar el 22 de mayo de 2010, cuando un miembro de la comunidad intercambió 10 000 BTC por dos pizzas. Bitcoin es una moneda digital diseñada para transferencias entre pares en Internet, y la blockchain funciona como registro público para documentar estas operaciones. Este momento se celebra cada año como “Bitcoin Pizza Day”, y se ha convertido en un símbolo icónico en la cultura cripto.
Supone la entrada de Bitcoin en la utilidad práctica. La transacción de Bitcoin Pizza demostró que Bitcoin podía utilizarse no solo en debates teóricos, sino también para compras reales, confirmando su viabilidad como método de pago. Ayuda a los recién llegados a comprender conceptos como la volatilidad de precios y el coste de oportunidad: las dos pizzas valían solo unas decenas de dólares entonces, mientras que hoy 10 000 BTC equivalen a cifras muy superiores. Para principiantes, es una vía sencilla para entender la relación entre precio, utilidad y cultura comunitaria en el entorno cripto.
En 2010, Laszlo intercambió 10 000 BTC por dos pizzas. Publicó en un foro buscando alguien dispuesto a aceptar Bitcoin a cambio de pizza. Otro usuario hizo el pedido en una pizzería local y recibió 10 000 BTC como pago el 22 de mayo de 2010. En aquella época, la adopción de Bitcoin era mínima y la liquidez baja; la comunidad quería demostrar que Bitcoin podía servir para comprar bienes tangibles, convirtiendo la transacción en un hito.
Las dos pizzas costaron aproximadamente 40 $. Usar “dinero digital” para adquirir un producto físico cambió la percepción sobre Bitcoin: dejó de ser solo un experimento de programadores y pasó a ser un activo útil para transacciones cotidianas.
Bitcoin Pizza se utiliza como tema conmemorativo en productos, comunidades e iniciativas educativas.
A nivel de exchanges, plataformas como Gate organizan campañas de “Pizza Day” en torno al 22 de mayo. Incluyen tareas para principiantes, retos de aprendizaje, descuentos en comisiones de trading o airdrops, usando cifras simbólicas como “5.22” o “10 000” para fomentar la participación y el descubrimiento de productos a pequeña escala.
En el sector de NFT y coleccionables, muchos proyectos lanzan “NFTs conmemorativos temáticos de pizza” como insignias comunitarias o tokens de participación. Los NFTs son activos digitales únicos en la blockchain, utilizados para certificar propiedad y celebrar momentos destacados.
En el ámbito de pagos, algunas pizzerías y cafeterías aceptan Bitcoin. Los usuarios pagan con apps de wallet que gestionan activos y facilitan pagos; en ocasiones emplean soluciones de micropagos como Lightning Network para transacciones más rápidas y económicas.
En contenidos educativos, la historia de la pizza es una vía popular para ilustrar conceptos como “coste de oportunidad”, “holding a largo plazo” y “volatilidad de precios”, facilitando el aprendizaje sobre cripto.
Participa de manera controlada, a pequeña escala y con enfoque educativo.
Paso 1: Regístrate y verifica tu cuenta en Gate, activando las funciones básicas de seguridad. Así podrás sumarte a misiones y eventos de la plataforma.
Paso 2: Destina una cantidad modesta de fondos para comprar una pequeña cantidad de Bitcoin. Utiliza una orden de mercado para ejecución rápida; céntrate en aprender y adquirir experiencia, no en grandes inversiones.
Paso 3: Sigue la página de eventos y los anuncios de Gate. Cerca del 22 de mayo, participa en actividades temáticas del “Pizza Day” como retos de aprendizaje, cuestionarios, registros o hitos de trading para principiantes, y gana insignias conmemorativas, cupones o pequeñas recompensas. Respeta siempre las normas y los plazos de cada evento.
Paso 4: Prueba los pagos cripto. Si hay comercios en tu ciudad que aceptan criptomonedas, utiliza tu app de wallet para pequeñas transacciones; presta atención a las comisiones de red y los tipos de blockchain admitidos.
Paso 5: Colecciona recuerdos. Adquiere NFTs temáticos de pizza o souvenirs comunitarios de proyectos de confianza, aprende sobre procesos de minting y transferencia, y mantente alerta ante estafas o riesgos de phishing.
El interés por el Pizza Day ha crecido notablemente en el último año.
En 2025, Bitcoin Pizza Day celebrará su 15.º aniversario con actividades más diversas y un enfoque educativo reforzado, siendo un punto de entrada ideal para principiantes. Como referencia, Bitcoin alcanzó un máximo histórico de unos 73 000 $ en marzo de 2024, lo que hace que la historia de “10 000 BTC por pizza” resulte aún más impactante.
En cifras, 10 000 BTC representan cerca del 0,048 % del suministro total de 21 millones de monedas. Estos valores se emplean habitualmente para educar sobre la escasez de Bitcoin y el coste de oportunidad. Cada 22 de mayo, las principales plataformas y redes sociales diseñan campañas interactivas en torno a “5.22” y “10 000”, generando picos temáticos estacionales por el alto valor educativo y la baja barrera de entrada.
En 2025, exchanges como Gate darán prioridad al cumplimiento normativo y advertencias de riesgo en las interacciones comunitarias; los eventos se centrarán en experiencias a pequeña escala y tareas de aprendizaje, más que en trading especulativo.
El primero es la transacción histórica; el segundo, el día anual de conmemoración.
Bitcoin Pizza es la transacción real de 2010; Bitcoin Pizza Day se celebra cada 22 de mayo con retos de aprendizaje, participación comunitaria, objetos conmemorativos y experiencias de pago. Entender esta diferencia ayuda a evitar confundir eventos históricos con consejos de inversión.
Un error común: la historia de la pizza no trata de arrepentimiento ni de perseguir ganancias, sino que sirve para recordar la importancia de la racionalidad y el conocimiento de la volatilidad y el riesgo. Tanto si participas en actividades conmemorativas como si pruebas pagos cripto, céntrate en aprender y gestiona fondos y seguridad de forma responsable.
El 22 de mayo de 2010, el programador Laszlo Hanyecz gastó 10 000 BTC para comprar dos pizzas, en lo que hoy se considera la comida más cara de la historia cripto. Al precio actual, esta operación valdría cientos de millones de dólares y sirve como una clásica “lección HODL”, resaltando la importancia de mantener activos a largo plazo. Laszlo ha aceptado el resultado; cree que su transacción ayudó a impulsar la adopción de Bitcoin y no se arrepiente de su decisión.
Destaca dos puntos clave: primero, el Bitcoin en sus inicios estaba muy infravalorado—10 000 BTC valían solo unos 25 $ en ese momento. Segundo, demostró que Bitcoin podía usarse para transacciones comerciales reales, acelerando su adopción. La historia recuerda a los inversores la importancia de pensar a largo plazo en el potencial de los activos y es uno de los hitos más históricos del sector cripto.
Hoy es poco común comprar pizza directamente con Bitcoin, ya que las comisiones y la volatilidad de precios dificultan las compras pequeñas. Sin embargo, cada 22 de mayo—Bitcoin Pizza Day—la comunidad cripto organiza eventos conmemorativos, y algunos comercios aceptan Bitcoin para pizza como homenaje. Actualmente, la mayoría ve Bitcoin como reserva de valor a largo plazo, no como moneda para compras diarias.
Si Laszlo hubiera mantenido sus 10 000 BTC tras 2010 y durante los máximos de precio, sus activos podrían valer miles de millones de dólares. Este supuesto subraya que es imposible predecir con certeza los precios futuros. La historia de Laszlo anima a considerar el valor de los activos a largo plazo—no simplemente a mantenerlos indefinidamente—sino a desarrollar estrategias propias de inversión sin lamentar decisiones pasadas.
Esta transacción fue la primera en demostrar que Bitcoin era más que un activo digital teórico—podía usarse para comercio real. Hizo que Bitcoin pasara de ser un experimento de nicho entre tecnólogos a una herramienta de pago funcional aceptada por comerciantes. Permanece como un hito histórico en el sector cripto; cada 22 de mayo se celebra el “Bitcoin Pizza Day”, símbolo de la adopción temprana y la evolución del valor.


