Advanced Micro Devices (AMD), líder global en el diseño de chips de alto rendimiento, ocupa actualmente una posición central en la revolución tecnológica impulsada por la inteligencia artificial. A comienzos de agosto de 2025, las acciones de AMD se movían entre los 170 y 175 dólares, lo que supone una recuperación superior al 45% desde sus mínimos de 2024. Los patrones de negociación recientes reflejan una confianza sostenida por parte de los inversores en la capacidad de AMD para generar beneficios futuros.
El modelo de previsión de StockScan estima que el precio medio de las acciones de AMD alcanzará los 357,15 dólares en 2030. Esta proyección parte de una extrapolación conservadora basada en las valoraciones actuales y el crecimiento histórico. Se asume que AMD mantendrá una tasa de crecimiento anual compuesto de los ingresos del 10%–12% en los próximos cinco años, con márgenes netos en torno al 20%.
Aunque esta previsión no resulta especialmente llamativa, implica que la acción podría duplicar su valor respecto a los niveles actuales. Esto supondría una rentabilidad anualizada estimada del 12%–13%, un desempeño sólido para una compañía tecnológica de gran capitalización.
La plataforma VSTAR propone un escenario más optimista, proyectando que el precio de las acciones de AMD en 2030 podría situarse entre 456,29 y 515,62 dólares. Esta valoración se basa en varios supuestos clave:
Si los inversores siguen valorando el crecimiento a largo plazo del hardware de inteligencia artificial, AMD podría disfrutar de una valoración premium, similar a la que experimentó NVIDIA en 2023.
Si eres un inversor a largo plazo con perspectivas favorables sobre la inteligencia artificial y la computación de alto rendimiento, AMD es una de las pocas tecnológicas realmente sólidas. Mientras la compañía mantenga el foco en su hoja de ruta tecnológica, no deberías preocuparte por las oscilaciones de valoración.
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