El final de ganar dinero es el “interés compuesto”, la carta de triunfo para darle la vuelta a la vida es el “stop loss”.
Hermanos, no voy a hablar de ciclos, vamos directo al grano.
Vamos a hablar de dos palabras: ganar dinero.
No, mejor dicho, de cuatro palabras: interés compuesto y stop loss.
Si entiendes estas dos cosas, será difícil que seas pobre en tu vida.
Estas dos palabras, o no las has oído nunca, o las has entendido al revés.
Pensar todos los días en hacerse rico de la noche a la mañana, eso es apostar, no ganar dinero.
Los verdaderos expertos en ganar dinero tienen solo una idea en la cabeza: encontrar lo que funciona y repetirlo.
Eso es, maldita sea, el interés compuesto.
1. Reconoce tu mediocridad y luego copia como un loco
El 99% de la innovación en este mundo es buscarse la ruina, solo copiar es el camino a la supervivencia. En el trading es igual, la simplicidad es la clave.
El mayor defecto de mucha gente es que aciertan una vez, piensan que fue suerte y enseguida buscan la siguiente “ola”.
Eso es una estupidez total.
Piensa, ¿cómo se convirtió Buffett en un gurú de la bolsa? ¿No fue simplemente aplicando la inversión en valor, encontrando la estrategia y repitiéndola toda su vida?
Fíjate también en esos grandes emprendedores que surgieron de la nada, ¿a que todos acertaron en un punto y luego profundizaron durante años?
El interés compuesto suena a término financiero, pero en realidad es cuestión de constancia tonta. Ni siquiera necesitas usar mucho la cabeza, pero sí ponerle corazón.
El interés compuesto no es poner el dinero en el banco a ganar intereses. Es que, en tu vida, cuando descubras una acción, un producto, una forma de hablar, cualquier cosa que te dé un feedback positivo y te haga ganar aunque sea un euro…
Por pequeño que sea, repítelo hasta la saciedad.
Hazlo de inmediato, sin dudarlo ni un segundo: repítelo.
No lo cambies, no intentes ser listo optimizándolo, primero cópialo tal cual. Haz esa cosa mil veces, diez mil veces.
El talento es la excusa del pobre, la repetición es la habilidad básica del rico.
Aunque esa acción sea aburrida, monótona, incluso parezca tonta. Si funciona, trátala como tu tabla de salvación, no la sueltes. Convierte un éxito en diez mil, eso es escalar.
Aunque solo seas un vendedor de empanadas, si perfeccionas al máximo la receta del relleno más popular, te convertirás en el rey de las empanadas.
Así funciona el mundo.
Esta es la oportunidad de la gente normal de adelantar en la curva. No envidies a los que están en la cresta de la ola, sé el cerdo que sigue hozando, algún día desenterrarás tu mina de oro.
La auténtica habilidad es convertir algo sencillo en un hábito a base de repetirlo.
2. Aunque te duela, tira la basura
No basta con saber pisar el acelerador, también hay que saber frenar.
Eso es el stop loss.
¿Qué es peor que “no saber qué hacer”? Seguir insistiendo en algo inútil sabiendo que no sirve para nada.
Eso es automaltratarse.
Esto es aún más difícil que lo anterior, porque la naturaleza humana es así de estúpida.
Siempre tenemos esperanzas en los esfuerzos ya invertidos.
Hay demasiada gente así.
Como en el trading, pones el stop loss, pero cuando la posición baja de ese nivel te entra el pánico: piensas “si aguanto un poco más, seguro que rebota”, y aguantas la pérdida hasta que pasa de -5% a -50%, incluso llegas a la liquidación total, perdiendo todo el capital que podrías haber salvado. Eso no es luchar contra el mercado, es luchar contra tu propio dinero.
Un proyecto que ya ha demostrado que solo da pérdidas, pero por cabezonería sigues pensando “¿y si…?”, y cada vez pierdes más.
Una relación en la que la otra persona es claramente tóxica, pero no quieres dejarla, siempre piensas “cambiará”, y acabas destrozado.
Un trabajo de mierda, donde haces horas extra y encima cobras poco, pero no te atreves a dejarlo, siempre pensando “aguanta un poco más”, y al final te consumes la salud y la motivación.
Hermano, ¡despierta! Tu tiempo, tu energía, tu dinero, son tus activos más valiosos, no están para tirarlos a la basura.
El stop loss oportuno es sacar esos activos de esas cosas inútiles que solo te consumen.
¿Cómo hacerlo?
Solo dos palabras: repaso (review).
Cada noche, antes de dormir, deja de mirar el móvil. Coge un cuaderno o abre la app de notas,
y escribe tres cosas:
¿Qué hice hoy?
¿Qué cosa me hizo sentir especialmente bien, satisfecho? (Eso es lo efectivo, repítelo mañana)
¿Qué cosa me hizo sentir estúpido, que fue una pérdida de tiempo? (Eso es lo inútil, deja de hacerlo mañana mismo)
Cuando empecé a hacer este repaso, me asusté. Descubrí que al menos 4 horas al día las dedicaba a cosas totalmente inútiles.
Por ejemplo, discutir sobre temas sin solución, o refrescar una app sin importancia.
Identifícalas y elimínalas una a una, como quien deja una adicción.
Encuentra lo ineficaz y elimínalo. Este paso es más importante que hacer cien cosas bien.
El stop loss no es rendirse, es empezar de forma más inteligente.
El crecimiento no es solo aprender cosas nuevas, también es atreverse por fin a soltar el lastre viejo.
El repaso no es para que te lamentes, sino para que veas dónde te equivocas y cortes por lo sano, para que no se extienda el daño. El stop loss a tiempo es la máxima disciplina adulta.
El mundo es simple: es un juego de “repetir lo efectivo” y “eliminar lo ineficaz”.
El final de ganar dinero es encontrar una acción rentable y repetirla diez mil veces, eso es interés compuesto.
La carta de triunfo para darle la vuelta es cortar todo lo que te drena, y salvar tu vida, eso es stop loss.
La simplicidad es la clave.
La vida es un filtro.
Quédate con lo útil y repítelo hasta la saciedad; elimina lo inútil y límpialo a fondo.
Una cosa te hace crecer, la otra te salva.
Y para los jóvenes, aplicar esta “lógica de filtro” a los activos,
la opción más fiable es invertir periódicamente en BTC y oro.
— No es seguir la moda de las criptomonedas, es tener claro que la moneda fiat se devaluará a largo plazo, y prepararse un colchón de seguridad para el futuro.
La naturaleza descentralizada de BTC puede contrarrestar el riesgo de la emisión descontrolada de dinero por parte de los bancos centrales;
el oro, como valor refugio milenario, siempre ha sido la piedra angular contra la inflación.
No necesitas mirar el precio todos los días ni preocuparte por si compras en el punto más alto, simplemente invierte una cantidad fija cada mes, es aplicar la lógica del interés compuesto a tus activos, usar el tiempo para luchar contra la volatilidad, y la inversión periódica para evitar el riesgo de elegir el momento equivocado.
Esta es la forma correcta para los jóvenes de apostar contra la devaluación de la moneda fiat: no juegues a ganancias rápidas a corto plazo, solo gana con “tiempo + tendencia”.
Hermanos, dejad de perder el tiempo, no le deis más vueltas, ¡poneos en marcha!