Últimamente circula en el sector un caso que ha hecho que muchos empiecen a replantearse el tema de la seguridad de los fondos.
La historia es así: alguien transfirió dinero desde una conocida plataforma de comercio electrónico a un producto de gestión de saldo, y posteriormente utilizó ese dinero para comprar stablecoins a través de un canal C2C. Como resultado, la cuenta fue congelada directamente. Si lo analizamos detenidamente, la lógica detrás de este caso merece una reflexión.
Se presentan dos posibilidades. La primera es que el sistema de control de riesgos de la plataforma ya haya establecido algún tipo de mecanismo de seguimiento del flujo de fondos. Si el sistema detecta un patrón de transacción específico—por ejemplo, transferencias pequeñas y frecuentes que rápidamente se dirigen a cuentas de terceros—puede activar una alerta de transacción sospechosa. Esto significa que la cadena de fondos desde canales financieros tradicionales hasta activos cripto está siendo monitorizada con un nivel de detalle mayor de lo que se pensaba.
La segunda posibilidad es más directa: el problema radica en la contraparte de la transacción C2C. Si la cuenta del vendedor está involucrada en fondos sospechosos, el comprador, aunque actúe de manera legítima, puede verse vinculado al control de riesgos. Este mecanismo de "responsabilidad solidaria" no es raro en los sistemas de lucha contra el blanqueo de capitales; una vez que los fondos de origen ilícito son identificados, las cuentas tanto aguas arriba como aguas abajo pueden verse afectadas.
El problema ahora es que para el usuario común es muy difícil identificar en qué eslabón de la cadena está el fallo. ¿Ha sido el uso de los fondos lo que ha sido identificado con precisión, o simplemente ha coincidido con una cuenta problemática? Si es lo primero, cualquier operación de transferencia relacionada con criptoactivos requerirá una planificación mucho más cuidadosa en el futuro; si es lo segundo, entonces la selección de la contraparte en las transacciones C2C se convierte en la máxima prioridad.
La verdad es que esta incertidumbre es lo que más preocupa. Si algún amigo tiene experiencias similares, estaría bien compartirlas para ver si podemos identificar algunas estrategias para evitar estos problemas.
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ShibaMillionairen't
· 12-08 12:44
Joder, por eso nunca hago C2C directamente desde Alipay, es demasiado arriesgado.
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GateUser-40edb63b
· 12-08 12:44
Ahora sí que hay que tener mucho cuidado, ¿hasta el C2C puede verse implicado por asociación?
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UncommonNPC
· 12-08 12:38
Es increíble, ¿me congelaron así nada más? Tendré que vigilar bien mi cartera.
Últimamente circula en el sector un caso que ha hecho que muchos empiecen a replantearse el tema de la seguridad de los fondos.
La historia es así: alguien transfirió dinero desde una conocida plataforma de comercio electrónico a un producto de gestión de saldo, y posteriormente utilizó ese dinero para comprar stablecoins a través de un canal C2C. Como resultado, la cuenta fue congelada directamente. Si lo analizamos detenidamente, la lógica detrás de este caso merece una reflexión.
Se presentan dos posibilidades. La primera es que el sistema de control de riesgos de la plataforma ya haya establecido algún tipo de mecanismo de seguimiento del flujo de fondos. Si el sistema detecta un patrón de transacción específico—por ejemplo, transferencias pequeñas y frecuentes que rápidamente se dirigen a cuentas de terceros—puede activar una alerta de transacción sospechosa. Esto significa que la cadena de fondos desde canales financieros tradicionales hasta activos cripto está siendo monitorizada con un nivel de detalle mayor de lo que se pensaba.
La segunda posibilidad es más directa: el problema radica en la contraparte de la transacción C2C. Si la cuenta del vendedor está involucrada en fondos sospechosos, el comprador, aunque actúe de manera legítima, puede verse vinculado al control de riesgos. Este mecanismo de "responsabilidad solidaria" no es raro en los sistemas de lucha contra el blanqueo de capitales; una vez que los fondos de origen ilícito son identificados, las cuentas tanto aguas arriba como aguas abajo pueden verse afectadas.
El problema ahora es que para el usuario común es muy difícil identificar en qué eslabón de la cadena está el fallo. ¿Ha sido el uso de los fondos lo que ha sido identificado con precisión, o simplemente ha coincidido con una cuenta problemática? Si es lo primero, cualquier operación de transferencia relacionada con criptoactivos requerirá una planificación mucho más cuidadosa en el futuro; si es lo segundo, entonces la selección de la contraparte en las transacciones C2C se convierte en la máxima prioridad.
La verdad es que esta incertidumbre es lo que más preocupa. Si algún amigo tiene experiencias similares, estaría bien compartirlas para ver si podemos identificar algunas estrategias para evitar estos problemas.