Piensa bien en esto: la privacidad nunca ha sido una opción, es la línea de dignidad fundamental en la era digital.

Esos viejos geeks que escriben código en la sombra, diseñadores de protocolos, cypherpunks, han sostenido silenciosamente la base de la confianza en todo Internet, sin alardear jamás.

Ahora nos toca a nosotros tomar el relevo. Algunos protocolos están haciendo algo muy directo: recuperar el control de los datos de manos de las plataformas y devolvérselo a cada verdadero propietario. Esto no es una simple iteración tecnológica, es una redefinición de quién es el dueño de uno mismo.