Cuando una empresa que cotiza en bolsa es adquirida y privatizada, ¿qué experimentan los accionistas? En resumen, son tres pasos:
Primer paso: las acciones desaparecen, el efectivo llega
La empresa ha sido retirada de la bolsa, y las acciones que posees han sido adquiridas al precio acordado. Generalmente, se necesita de unos días a unas semanas para recibir el dinero.
Segundo paso: preparar los impuestos
Aquí es fácil caer en trampas: si las acciones son objeto de una adquisición, se consideran como “venta” y se necesita pagar el impuesto sobre las ganancias de capital. La clave está en cuánto tiempo has mantenido las acciones:
Participación de menos de 1 año = Impuesto sobre ganancias a corto plazo (tasa más alta)
Participación superior a 1 año = Impuesto sobre ganancias a largo plazo (tasa más baja)
⚠️ Pero si tus acciones están en cuentas con ventajas fiscales como un IRA, no tendrás que pagar este impuesto.
Tercer paso: reinversión
Una vez que se recibe el efectivo, se puede optar por reconfigurar la cartera de inversiones para asegurar que la diversificación de riesgos no presente problemas. Por ejemplo, si un tipo de activo ha caído un 20%, se puede aumentar la inversión para equilibrar la proporción.
Este proceso parece simple, pero la planificación fiscal es muy importante: no esperes a arrepentirte cuando llegue el momento de declarar impuestos el próximo año.
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¿A dónde fueron tus acciones después de que la empresa se privatizó? No te olvides de este impuesto.
Cuando una empresa que cotiza en bolsa es adquirida y privatizada, ¿qué experimentan los accionistas? En resumen, son tres pasos:
Primer paso: las acciones desaparecen, el efectivo llega La empresa ha sido retirada de la bolsa, y las acciones que posees han sido adquiridas al precio acordado. Generalmente, se necesita de unos días a unas semanas para recibir el dinero.
Segundo paso: preparar los impuestos Aquí es fácil caer en trampas: si las acciones son objeto de una adquisición, se consideran como “venta” y se necesita pagar el impuesto sobre las ganancias de capital. La clave está en cuánto tiempo has mantenido las acciones:
⚠️ Pero si tus acciones están en cuentas con ventajas fiscales como un IRA, no tendrás que pagar este impuesto.
Tercer paso: reinversión Una vez que se recibe el efectivo, se puede optar por reconfigurar la cartera de inversiones para asegurar que la diversificación de riesgos no presente problemas. Por ejemplo, si un tipo de activo ha caído un 20%, se puede aumentar la inversión para equilibrar la proporción.
Este proceso parece simple, pero la planificación fiscal es muy importante: no esperes a arrepentirte cuando llegue el momento de declarar impuestos el próximo año.